Estúpido Asta

CAPITULO 4

Cita.

— Ya dime qué es lo que planteaste —Noelle llevaba todo el camino queriendo saber el plan de Asta.

— Ya te lo dije —La miro a los ojos y sonrió—. Es una sorpresa.

— Creo que me rindo... —Suspiro derrotada y se recostó en el hombro de Asta —. ¿Ni una pista?

"Si me miras de esa forma..." Noelle lo miro tiernamente mientras jugaba con su cabello.

—— P-podria decirte una —Asta evitó mirarla para así no decirle todo su plan.

— ¡Dila! —Noelle junto las manos con emoción y miro a Asta.

— Iremos al festival de las estrellas —Supo salir de la situación.

— ¿Eh? —Noelle quedó en blanco ante la "pista" de Asta.

— De hecho, acabamos de llegar —Sintió como el carruaje se detuvo y miro por la ventana —. Este año hay más gente que el anterior.

Abrió la puerta y bajo con cuidado de no arruinar su vestimenta. Nebra le advirtió muchas veces lo que haría con su bandana si la arruinaba.

— Ven —Asta la ayudo a bajar delicadamente.

— Gracias —le agradeció mientras acomodaba un mecho de cabello detrás de su oreja —. ¿A dónde vamos?

— ¿Te parece si vemos los puestos? —Asta no soltó la mano de Noelle.

— ¡Claro! —Cualquier propuesta de Asta para la cita le encantaba.

Todos los que estaban presente en el festival, miraban asombrados como el elegido a ser el futuro rey mago, caminaba de la mano con la hija más joven de la casa Silva. Ser observados por todos sería incómodo para cualquiera, pero para ellos no, estaban tan concentrados en su "cita" que ignoraban las miradas.

Visitaron varios puestos de comida, algunos puestos de juegos donde el ganador se llevaba un peluche a elegir.

— Supongo que aquí no puedo jugar yo —Se río Asta viendo los rifles que necesitaban de magia para disparar —. Inténtalo tu Noelle.

— No soy muy buena en estas cosas —Dijo nerviosa.

— Entonces hagámoslo juntos —Le dijo junto a una sonrisa —. Tu le das magia al rifle y yo disparo.

— Está bien.

Antes de hacerlo le preguntaron al dueño del juego si podían intentarlo y el acepto sin problemas, claro que les cobró doble por eso.

Tenían 5 intentos para derribar 5 patos, si eliminaban los 5 podían elegir cualquiera de los premios, con 4 se llevaban el que el dueño del juego elegia, con 3 era una paleta y ya despues de eso no había más.

— ¡Bien! ¡Aquí vamos! —Dijo Asta eufórico.

Noelle colocó sus manos en el rifle y Asta las puso sobre las suyas. Se sonrojo un poco al sentir como las manos de Asta cubrían por completo las suyas, se sentía protegida y cálida.

Asta se preocupaba de no presionar las delicadas manos de Noelle, unas manos tan finas y bien cuidadas, ya había tomado sus manos otras veces, pero nunca había sentido lo frias que eran.

— Vamos —Contesto.

Habían unos niños al lado de ellos que sonreían y festejaban cada pato que derribaba la pareja, incluso festejaron más cuando lograron derribar el último.

— ¡Ustedes dos son increíbles!

— ¡Sii! —Eran dos hermanos, una chica y un chico.

— ¿Ustedes no lo intentan? —Les pregunto Noelle.