"En cada palabra y en cada acción, siempre estuvieron las pistas."
20 de Septiembde del 2005.
Hola, soy Zara y lo que debía haber sido la mejor noche de mi vida, se convirtió en el infierno en la tierra misma.
Acababan de empezar las vacaciones de verano, me encontraba festejando con mis amigas en una disco, pero todo lo contrario a ser divertido, se había tornado una completa pesadilla.
La gente gritaba mientras los sonidos de balas se hacían presentes, todos corrían intentando escapar, personas caían al suelo muertas y otras heridas, la sangre salía disparada como lluvia.
Una jodida película de masacre.
Y ellos, ellos se encontraban en la puerta cerrando la salida por completo, disparando a cada persona que osara intentar escapar, observé a mi costado para notar a mi mejor amiga tirada en el piso herida, entre el alboroto solo pude tirarme al piso con esta timándola en mis brazos.
—Joder...—La sacudía pero esta no abría los ojos.
Volví a mirar a la puerta, aun se encontraban allí, sacando mujeres a la fuerza, golpeándolas y matando a una que otra quisquillosa.
—Llévenlas a las camionetas!—Ordeno uno de los que se encontraba en la puerta.
Observé a cuatro hombre acercarse y tomarme del brazo bruscamente, intentaron levantar a mi mejor amiga pero solo rieron al ver que no reaccionaba.
—Está muerta, llévate a esta.—
—SUÉLTAME!—Grite intentando que no me tocara pero rápidamente me dio una cachetada.
—Cállate!—Comenzo a caminar mientras me tomaba fuertemente del brazo.
A las afueras del lugar pude observar toda una odisea, más de 5 camionetas negras completamente blindadas y polarizadas, hombres firmemente esperando en ellas y otros llevando chicas y tirándolas en las mismas.
—NO!—En un fuerte movimiento logré que de la sorpresa este me soltara y comencé a correr, pero grande era mi sorpresa al notar que la fila de hombres solo me miraban firmes mientras reían.
Un disparo hizo que mi cuerpo se paralizara y me quedara inmóvil, sin poder reaccionar.
Rápidamente me colocaron unas esposas en las manos y una bolsa negra en mi rostro, me tiraron dentro de las camionetas, tal y como lo hicieron con las demás.
Una vez allí comenzaron a hablar, intenté escuchar su conversación pero no lograba entender nada, que harían con nosotras? por que tantas?Escuchaba sollozos y llantos a mi lado.
—Será mejor que cierren sus hermosas boquitas si quieren mantenerse con vida.—Amenazaron.
El auto se detuvo en seco y rápidamente sentí unos brazos bajándome de la camioneta, me acercó a él y susurro en mi odio.
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The fallen devil; Kaulitz Twins.
Fanfiction𝐍𝐨 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐦𝐚𝐬 𝐠𝐫𝐚𝐧𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨. Queda totalmente prohibida su adaptación o cualquier tipo de acción que atente contra los derechos del autor. ~