Entre notas y suspiros | Duki&Emilia

cinco.

("Rockstar")
España 2022

Emilia y Duki se encuentran en un club nocturno, rodeados por las luces parpadeantes y el rugir de la música. La atmósfera electrificante se mezcla con la energía que emana de la letra de la canción. Mauro, con su estilo inconfundible, agarra la mano de Emi mientras disfrutan del ambiente.

Cuando la parte de "Brillando como una estrella" resuena, Duki envuelve a Emilia en un abrazo, haciéndola sentir que son los protagonistas de su propio universo. Juntos, bailan al ritmo de la música, sumergidos en la conexión única que comparten, un lazo que va más allá de las luces del club y las miradas curiosas.

A medida que la canción avanza, la emoción crece. Duki, descarado, le susurra a Emilia

—Siempre con culos buenos. —dice y ambos estallan en risas, disfrutando del espíritu irreverente de la canción.

—Que pelotudo que sos. —contesta Emilia sacándole una sonrisa a Duki.

Los acordes y las letras se vuelven un puente que conecta sus corazones mientras se dejan llevar por la pasión y el ritmo.

La canción también trae consigo un momento más íntimo cuando las palabras "Y yo siempre pienso en ella cuando quiero mandar todo a la mierda" resuenan. Emilia, con una mirada cómplice, entiende que, a pesar de los desafíos, Duki encuentra en ella el refugio y la paz que necesita en medio del caos de su vida artística.

Con "Y ella siempre piensa en mí cuando se cansa de esos chicos buenos", la risa se mezcla con un toque de complicidad. Emilia asiente, sabiendo que Duki es su chico malo, pero a la vez su osito.

El sonido de la música se para y empieza "En Odio" aquella canción filtrada que Duki odiaba. Aun así decidió bancarsela.

El tema de Duki retumba en el boliche, y aunque Emilia al principio no era fanática, se entrega al ritmo mientras baila con su chico. La letra pícara y despreocupada se convierte en la banda sonora de su relación complicada pero llena de pasión.

Cuando Duki suelta el verso "Soy un rockstar, no me sale la del novio", es como si expresara su resistencia a las convenciones del compromiso. Emilia, con una sonrisa juguetona, acepta este costado rebelde que añade chispa a su relación.

En el puente de la canción, donde Duki menciona la posibilidad de cruzarse con Lola su ex nuevamente aun así ahora sabía que nada que ver, comparten miradas de complicidad. Aunque su relación tiene sus altibajos, el deseo de mantener un vínculo especial es evidente.

El estribillo "Yo te robo como quiera, but I love you" se convierte en un lema que encapsula la dinámica única de su amor. La pista de baile se transforma en su propio microcosmos, donde la música y el baile se entrelazan con la pasión y la conexión que comparten.

Mientras la canción llega a su cierre, Emilia y Duki continúan bailando, sumidos en la melodía que narra su historia de una manera que ninguna otra canción podría. La letra se convierte en un recordatorio de que, a pesar de las complicaciones, el amor es la fuerza que los mantiene unidos en este viaje salvaje y apasionado. La noche avanza, pero su conexión se mantiene fuerte, marcada por las notas de una cumbia que cuenta su historia en un lenguaje que solo ellos entienden.

...

—Me vas a matar un día de estos.
—afirma el morocho mientras se colocaba bien el cinturón.

Siempre acababan en el baño del boliche.

—Vos empezaste primero. —contraataca la mujer, aun sentada en el borde del retrete.

—No, vos me calentaste.

—Yo no hice nada, te calentas solo.

—Bueno eso es cierto, igual vos también.

Emilia sonríe con un toque pícaro y se agarra al cuello de Duki. El hombre la agarra por la cintura y se miran fijamente.

—Mau... —dice llamando su atención.
—Te amo mucho.

—Yo también te amo muchísimo amor...

Era la primera vez que el chico decía que amaba a alguien. Emilia estaba cambiando totalmente a aquel "Rockstar".