Entre notas y suspiros | Duki&Emilia

seis.

(Emilia pov's)
Buenos Aires 2021

Mauro llevaba unos días viviendo con nosotros. Nosotros somos Lit, Fmk, Maria, Rusher, Tiago y yo. Ahora también Duki.

Según Tiago, que es el que mejor se lleva con él del grupo, vino porque esta mal.

Y si yo también noto a Mauro mal, no come tanto se ve más delgado, además lo siento como si fingiera alegria todo el rato.

Decido intentar dejar los pensamientos sobre Mauro atrás, era mi amigo, y estaba preocupada, se había convertido en uno de los buenos.

No nos contábamos cosas personales pero si hablábamos de vez en cuando, quedábamos, veiamos alguna película.

Bostezo y me doy la vuelta para intentar dormir pero es imposible. Escucho la puerta abrirse y me doy la vuelta.

Diviso a Duki en la oscuridad, no se lograba ver bien pero tenia los ojos rojos e hinchados. Supuse que había llorado, el corazón se me encogió al verlo tan debil.

Aprecio su cuerpo, Duki nunca tuvo una complexión demasiado delgada, ahora si la tiene, casi no se reconocía que era él.

—Vení, sentate conmigo. —digo y me siento en la cama haciendole un espacio.

Mauro hace caso a mis indicaciones y se sienta a mi lado.

—No puedo mas. —dice en un suspiro.
—No quiero drogarme, por eso no tomo nada, vos sabes. Pero me esta matando.

—¿Que te mata Mau?

—Brenda, me dijo cosas horribles y me dejo tirado después de aprovecharse de mi fama. —explicó y la sangre empezo a hervirme. —Te juro que la amaba, la amaba mucho. Nunca había sentido ese sentimiento, las parejas que había tenido anteriormente simplemente había sentido tenía atracción sexual pero a ella la quería por la persona que era, o que decía ser.

Él no aguanta mas y empieza a llorar.

—Ella, se metia con mi fisico, nunca había dicho nada bonito de mi, nunca me dio cariño, me trataba como un perro.
—terminó de explicar entre lágrimas.

—Mauro esa gente no vale la pena, la gente de tu entorno habitual te quiere y te valora mucho mas que esa pelotuda.
—digo y el me mira, una mirada llena de rabia.

—Mientes, nadie me quiere. —dice elevando el tono y yo le hago un gesto para que se tranquilice.

—Mau obviamente todos te quieren, porfavor cálmate.

—Si... perdoname, me puse nervioso.
—contestó agachando la cabeza.

—Yo hace unos años estaba en un grupo.
—empiezo a contar. —Se llamaba Fernando, me paso algo parecido a lo tuyo me enamore muchísimo de él, pero era muy tóxico, nunca llego a maltratarme pero solo con contarte que baje 10kg por culpa de Fer...

Cuando acabe de decir eso yo estaba llorando y Mauro estaba mirándome como si fuéramos el y yo contra el mundo.

Me abrazo, pocas veces nos habíamos abrazo pero todas se sentían como si estuviera volando.

Las lágrimas en ambos cesaron pero mi pulso se acelero y mis manos empezaban a sudar. Aquella sensación en el pecho de nuevo.

—¿Puedo dormir con vos? —pregunta.

—Obvio amor... —¿Amor? ¿Le acababa de llamar amor?

Él se separa sorprendido.

—No perdón, no quise decir eso solo me recordaste un momento en el que yo dije eso. —explicó con nervios.

A él se le escapa una risita, la cual no veia en dias.

—Te quiero Emi, gracias por entenderme.
—me dice, a lo que yo me sonrojo.

—Sí, de nada. —contestó. —Yo también te quiero.

Estaba empezando a sentir cosas que prefería no empezar a sentir.