Capítulo 9

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A la mañana siguiente Severus despertó sintiendo un peso sobre su pecho por un momento su cerebro entro en sistema de alerta, buscando una forma de escapar, hasta que los recuerdos de la noche anterior comenzaron a llegar a su mente, sabía que si abría los ojos lo que vería seria el cabello desordenado de Harry. Algo en su interior se calentó, un pequeño sentimiento cálido y de confort, se pregunto por un momento si así serian todas las mañanas luego de casado, sus brazos aun estaban sosteniendo al joven, con un movimiento algo descuidado realizo el hechizo para revisar la hora.

6:30 am

Tenia tiempo, sabía que llegaría tarde y probablemente acompañado al desayuno, sus hermanos serian el infierno, pero no se atrevía a soltar al joven, cerro los ojos y se dispuso a meditar con el objetivo de trabajar un poco más en sus barreras de oclumancia, las cosas que estaba viviendo esos días estaban haciendo que su enojo rompiera rápidamente la barrera de contención que él había creado.

Harry despertó, Severus podía decirlo porque sentía el cambio en su respiración, su mano aún estaba ajustada en su camisa, pero hacia mucha menos presión que mientras estaba dormido, el mayor observo como el joven luchaba aún por permanecer en el mundo de los sueños, negándose por completo a abrir los ojos, aún con la cara enterrada en el pecho de Severus. El hombre sonrió era sin dudas una vista adorable, estaba seguro de que podía acostumbrarse a eso en las mañanas.

―Buenos días ― dijo Severus tratando de no asustar al joven.

Los ojos de Harry se abrieron y alzo la vista sorprendido.

―Hola...― murmuro con la voz ronca por el sueño ― Te quedaste...

Severus noto que el joven estaba más sorprendido por el hecho de que él se hubiera quedado que por el hecho de estar dormido junto a un hombre veinte años mayor.

―Me pediste que me quede...

―Si, lo hice. ― Harry sonrió y se estiro en la cama con una sonrisa ― ¿Qué hora es?

Severus movió nuevamente la mano y el hechizo surgió como de la nada.

―Las siete y media...

―Llegaremos tarde al desayuno...― murmuro Harry algo sonrojado.

―Si, prepárate para soportar a mi hermano...

―¿Van a enojarse?

―No ― dijo mientras se sentaba en la cama con la intención de salir de ella ― van a burlarse de nosotros... es lo que hacen los hermanos y cuñados... molestan...

Harry lo miro curioso.

―No tengo mucha experiencia...

―No tienes que preocuparte ― dijo y agrego ― vamos, levántate o pronto enviaran a buscarnos...

Harry sonrió y accedió, se vistió con cuidado mientras veía como el pocionista cambiaba su pijama por otro conjunto de ropa con un simple pase de varita.

Aparecieron en el desayuno a las ocho menos veinte, ambos se ganaron una mirada analítica de casi todos los presentes, excepto por supuesto de Aleski que como Severus había predicho estallo en carcajadas.

―Callate ― le murmuro Severus al sentarse luego de ayudar a Harry.

Sin embargo eso solo valió para que su hermano riera aún más y le recordara que aun no estaban casados.

―Solo tuve una mala noche y se quedo conmigo... ― murmuro Harry como escusa.

Ante estas palabras el príncipe dejo de reír y miro avergonzado al joven.

Maldición y matrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora