Maldición y matrimonio

Capítulo 17

Severus cumplió y le regalo al joven la luna de miel que había pedido.

La tarde siguiente después de la coronación, Severus insto a Harry a despedirse de todos ya que se irían de a la prometida luna de miel, Severus se aseguro de que Harry empacara todo lo que necesitaban, pero se negó a darle más detalles de los necesarios para el viaje, sobre todo se negó a confesarle que había cumplido al pie de la letra con sus deseos y que había hecho limpiar la casa y prepararla para que ambos pudieran pasar allí una semana solos, sin ninguna interrupción, Severus sabía que volverían de allí cambiados.

Tomaron un traslador para llegar de forma segura a la casa, la cual estaba situada en monaco a pocos pasos de una hermosa playa. Aparecieron justo en los limites de la propiedad, la casa impedía que los trasladores se activaran dentro, todos menos uno que llevaba Severus consigo en caso de emergencia.

―Es hermosa― dijo observando la pequeña mansión que se alzaba delante de ellos.

La casa tenia dos pisos era de un blanco crema muy hermoso y estaba rodeada por un jardín de rosales perfectamente cuidados, también había una pequeña fuente y un camino que le llevaba hacia abajo hasta las rocas y el agua. Severus condujo a Harry hacia el interior de la casa, era probablemente la propiedad más pequeña que tenía la familia real, además del departamento en Londres y el de New York. Severus le mostro la cocina, el comedor, la biblioteca, la sala, los cinco dormitorios y luego la terraza exterior, que en opinión de Severus era una de las mejores cosas de la casa, la vista privilegiada al mar.

―Es hermosa. Gracias... ― dijo abrazando a Severus

―Me alegra que te guste. ― sonrió y agrego ― fue el regalo del primer aniversario de bodas de mi padre a mi madre, ella quería un lugar donde escapar de todo el protocolo del castillo, y papa le regalo esta casa, que siempre seria para ellos y sus hijos, por eso es pequeña...

―Eso es dulce... ― comento Harry mirando el mar pero sin soltar al hombre que lo había rodeado con sus brazos ― pensé que tu mama estaba feliz con casarse con el rey...

―Mamá ama y amaba a papa, pero había mucha presión alrededor de su matrimonio, mi abuelo era mucho más estricto y no iba a permitir que mi padre asumiera sin estar casado, entonces aunque eran pareja los obligo a acelerar su compromiso y casarse, eso no le dio mucho tiempo a mama para adaptarse a las exigencias y la vida en el palacio... ― explico. ― el protocolo, las formas, los consejeros, mis abuelos...

―Yo creo que lo hizo bien...

―Si yo también.

― ¿Crees que podre adaptarme?

―Por supuesto, te has adaptado a situaciones peores, y mis padres no son mis abuelos, no van a exigirte como a mama, tampoco lo hará el pueblo... ― dijo y agrego ― los consejeros son un tema aparte, ellos serán molestos, pero nada que no podamos manejar...

―Gracias Severus.

El pocionista beso su cabeza, la cual estaba encajada perfectamente bajo su barbilla y lo mantuvo abrazado. Luego de unos momentos Severus lo insto a entrar y a elegir una habitación, Harry eligió la que tenia la mejor vista del mar, que por supuesto no era la principal, ninguno se sentía cómodo con la idea.

Pasaron gran parte de la tarde acostumbrándose al hogar, Harry descubrió que efectivamente estaban solos en la casa y eso lo hizo aun más feliz, era todo lo que quería.

―Estaremos aquí toda una semana ― dijo Severus mientras sacaba algunas cosas de la heladera para poder hacer la cena. ―¿Hay algo que te gustaría hacer?

―No hay nada especial... ― contesto Harry revisando los armarios y buscando donde estaban los platos ― solo pasarlos contigo... ―sonrio.

Severus se giro colocando todo lo necesario en la mesa y luego se acerco para besar los labios del joven. El mayor se había predispuesto a intentarlo de verdad, descubrir todo de Harry y aprende a amarlo, en su noche de bodas había descubierto que no le era nada difícil compartir la cama con el de ojos verdes, que realmente era capaz de disfrutar la intimidad con Harry, disfruto llevarlo al limite y llegar con él, también en los días compartidos, había descubierto que disfrutaba hablar y compartir con Harry, sus sonrisas y sonrojos. Había notado que para el era realmente fácil enamorarse del joven.