Capítulo 1

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Todos se reunieron alrededor de la capa negra, era pesada, de tela gruesa, la cual estaba a punto de oficiar como un traslador al lugar más seguro que conocía Albus Dumbledore, las cosas en la Inglaterra mágica se había complicado demasiado, todo había salido mal, ahora debían escapar antes de que el héroe callera en manos equivocadas.

—¿Esto es seguro Albus? — pregunto preocupada la mujer pelirroja mientras acomodaba a sus hijos alrededor de la tela.

—Si, es el lugar más seguro en el que podemos estar.

Nadie respondió, nadie sabía muy bien que responderle al hombre, todos se encontraban incomodos, él había jurado que todo estaría bien y luego se encontraban escapando, le había jurado a Harry Potter que encontraría la solución y ahí estaba pálido, ojeroso e incapaz de saber cuál sería su destino. Ya nadie en esa sala estaba muy seguro de si las palabras del hombre eran verdad, pero tampoco tenían mucho a quien recurrir, la guerra había acabado con todo, Hogwarts llevaba un año cerrada, Inglaterra estaba devastada y Voldemort estaba a un paso de tomar el ministerio. Harry Potter, el joven a quien todos le confiaban su vida ciegamente, había sido maldito y nadie a su alrededor sabía como ayudarlo, ni siquiera el hombre que prometió hacerlo.

Severus sintió como las protecciones del ala de visitas eran atravesadas por un traslador, sabía exactamente quien estaba allí, aunque él estuviera al otro lado del palacio en la reunión más aburrida a la que había asistido en su vida. El hombre suspiro. Sabía que solo cinco minutos y alguien entraría por la puerta lateral a avisarle que tenía que recibir a sus invitados inesperados.

—Creo que deberíamos tomar muy en cuenta la opinión del canciller Osword...

Severus comenzó a contar.

—Así es, es imperativo que su Alteza Real se decida. Ha sido la tradición por siglos en este reino...

Severus miro la puerta con ansiedad. Realmente no quería discutir ese tema.

—Príncipe Severus... ¿No va a decir nada?

Los ojos oxidiana del hombre se concentraron en los chocolates del consejero Valorian.

—Ya he hablado, son ustedes los que se niegan a tomar mi palabra como absoluta — dijo molesto — No tomare a ningún cónyuge, hombre o mujer, por sugerencia o elección de este consejo, bajo ningún punto de vista me casare con alguien que yo no haya elegido — suspiro y agrego —y no he elegido a nadie, si el consejo cree que no soy apto y por eso decide que la coronación no se efectúe como está programada... — dijo y deslizo su mirada por todos en la sala viendo el pánico asentarse en todos — entonces espero ustedes tengan el coraje de comunicárselo a mi padre...

Las puertas laterales se abrieron. Severus sonrió de lado y le dio pie al joven para que hablara.

—Perdón la interrupción su Alteza Real, pero tiene visitantes desde el Reino Unido...

—Gracias, iré ahora...

—Pero su Alteza... — comenzó el canciller Osword pero callo en cuanto sus ojos se encontraron con los de Severus.

—Demos por terminada esta reunión caballeros, si el consejo a decidido cancelar la coronación pueden comunicarlo.

Dicho eso Severus se puso de pie y salió de la sala sabiendo que ninguno de esos hombres tenía el coraje para hablar con su padre y decirle que estaban en contra de su decisión de no matrimonio, después de todo él ya tenía la bendición de sus padres. Ambos querían que se casara por amor y no por compromiso, ambos sabían que él era un alma demasiado libre y que odiaba las falsas lealtades y sobre todo que jamás se casaría con alguien que solo lo usara por su estatus social.

Maldición y matrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora