Capítulo 10

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Harry despertó, abrió los ojos y miro alrededor buscando sus gafas, entonces de pronto vio y noto que Severus se las había colocado en el rostro. Él sonrio, pero su sonrisa no duro mucho al ver el rostro de los tres hombres sentados junto a su camilla, tenían un aspecto siniestro, casi furioso.

― ¿Qué ha pasado? ― pregunto el joven algo preocupado.

―He revisado tus cuentas ― dijo Severus y le entrego los papeles ― ha estado haciendo transferencias de dinero... ― explico ― las he detenido todas...

Harry miro el pergamino en sus manos como si no comprendiera nada de lo que allí ponía, no podía creer lo que veía, todas las personas en las que el confiaban le habían robado, todos habían tomado una parte de él y se habían querido quedar con su dinero, Harry sintió ganas de devolver el almuerzo al notar que en realidad los Dudrley si recibían dinero por cuidarlo. Para el joven de ojos verdes era simplemente inconcebible el hecho de que realmente solo había sido utilizado por todos a su alrededor.

―Harry... ― llamo Severus tratando de traer al joven a la realidad.

Regulus y Aleski estaban preocupados la situación era muy grave y ambos sabían de lo que era capaz Severus cuando estaba enojado y esta vez no estaba solo, ambos lo ayudarían a acabar con la vida de todas las personas que hirieron al joven, le habían tomado especial cariño. Ya era familia.

― ¿Por qué...?

―No lo sé, no lo sé, pero no estas solo, arreglaremos esto... ― dijo tomando suavemente su mano.

― ¿Me odian tanto todos Sev? ¿Por qué Remus...?

―Intentare encontrar una respuesta cariño, lo prometo ― dijo Severus.

Harry simplemente lloro, él sentía que era lo único que hacia esos días, pero no podía creer todo lo que le habían hecho, Harry noto que estaba siendo abrazado por el pocionista y simplemente se acurruco más en su pecho, no quería separarse del único hombre que le daba cierto sentido de estabilidad.

Harry volvió a abrir los ojos, todo estaba oscuro a su alrededor.

― ¿Cómo te sientes? ― pregunto Severus suavemente desde el costado de la cama.

―No lo sé... ¿Dónde...?

―En casa ― respondió y agrego ― en el palacio, en tu habitación ―explico ― te trajimos aquí luego de que te volviste a dormir y la medimaga duende te dio el visto bueno, deje a Bill revisando tus cuentas y poniendo orden, estaba furioso, pero él es conocido por ser bueno tratando con los duendes, así que lograra arreglar todo...

―Gracias...

Severus solo lo miro.

―Dhara, por favor trae la cena.

― ¿Cena?

―Si, has dormido toda la tarde, pero no me sorprende, fue un gran shock...

―No entiendo por que lo hicieron ― murmuro Harry jugando con la colcha que lo cubría.

La cena apareció, una bandeja para cada uno, Harry sonrio al ver su postre favorito en ella.

―No tengo respuestas, pero puedo buscarlas, mañana en la mañana es nuestro vinculo, pero luego me asegurare de hablar con todos y ver que es lo que esta pasando...

―No puedes matarlos...

― ¿Quién dice que no...?

―Severus...

El hombre resoplo pero no respondió, no quería prometerle algo que puede que no fuera capaz de cumplir. Harry lo entendió de inmediato y no insistió, sabía que Severus no mataría a nadie, pero también sabía que su ira seria legendaria. Cenaron en silencio, cada uno concentrado en sus propios pensamientos, en todo lo que habían estado viviendo esos días. Cuando Dhara se llevo las bandejas Harry suspiro, la vorágine de sus pensamientos lo habían obligado a creer que ser honesto con el hombre era lo mejor que podía hacer, sin embargo, el miedo al rechazo era profundo en su corazón.

Maldición y matrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora