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La nieve caía a mi alrededor posicionandose sobre mi cabello, quedando atrapada instantes antes de desvanecerse.
Cada paso que daba quedaba registrado en la nieve, dejando mis huella marcadas que indicaban mi camino al norte, donde se encontraba él.

Sabía que estaba solo, por eso mis animos de intentar conseguir otra fotografía de él, si estuviera acompañado no podría hacerlo. La camara colgaba en mi pecho lista para tener un poco de acción.
Mis dedos congelados eran teñidos de un rojo similar al que adornaban mis mejillas gracias al frío.

El pelinegro entro en mi campo de visión, dando saltos y luchando con una de las criaturas que solía ver desde pequeña, si él peleaba con ellas significaba que las podría ver y que realmente existían, siempre las intente capturar en una fotografía pero nunca lo lograba.
Mentiría si dijera que no estaba fascinada al verlo luchar, era hipnotizante, su cabellera negra resaltaba entre la nieve blanca, sus movimientos lucían delicados a pesar de estar moviéndose constantemente.

No resistí y tome la camara en mis manos, enfocando al joven que respiraba rápidamente debido a que había logrado que desapareciera el monstruo con el que combatía. Solté un suspiro que quedó marcado en el aire por mi calor.

Un click se escuchó gracias a mis dedos, capturando su atención, nuestras miradas se encontraron a pesar de la distancia, era momento de correr, a ninguna persona le gustaría que un desconocido le tomará una foto.

Cada minuto que pasaba la nieve cubría con una ligera capa el suelo, haciendo más difícil el caminar y en mi caso correr.

-¡Detente un momento! -escuché justo detrás de mi, era casi imposible de que una persona normal me hubiera alcanzado debido a la distancia, pero era obvio que el joven pelinegro no era alguien común y corriente.

A pesar de su orden intente seguir corriendo antes de sentir como me tomaba del brazo deteniendo mi marcha. Mis pulmones quemaban por el aire helado que tomaba en cada bocanada, no sabía si temblaba de los nervios o por el hecho de haber sido atrapada.

Él, al igual que yo, estaba cubierto de nieve, su piel era tan pálida de cerca que resaltaba el gris de sus ojos y el negro de su cabello. Un silencio se posicionó en el ambiente dejando una sensación de incomodidad.

-Lo-lo siento -dije tartamudeando, de cerca era más alto de lo que parecía, su rostro era serio y duro como cuando luchaba.

-Tú... Lo viste, viste a la maldición. -dijo en voz baja, era más una afirmación que una pregunta.

-No sé de que habla -respondí intentando ignorar el tema, a pesar de mi respuesta no aflojó el agarre sobre mi mano, tomando mi brazo con más fuerza.

-¡Viste a la maldición! -dijo un poco más fuerte, en este punto mi corazón latía tan rápido que podría jurar que lo estaba escuchando.

-¡No sé de que habla! -este era el momento de fingir locura y negar todo lo que habia sucedió hace un momento. -suelteme porfavor.

Atraje mi brazo hacía mi para que me soltara, mi fuerza fue demasiada debido a que sí me soltó cuando lo pedí, haciendo que cayera al suelo.

Wake me up・⁠。゚⁠:⁠。Noritoshi KamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora