Wake me up・⁠｡ﾟ⁠:⁠｡Noritoshi Kamo

8.

-Se que necesitas una explicación -dijo el pelinegro detrás de mí, toda su presencia hacía que mi piel se erizara.-Pero lo mejor es que olvides todo lo ocurrido...

-No, no quiero escucharte decir que todo lo que dijiste era una mentira, que no sientes lo mismo que yo. -la ansiedad del momento me estaba matando, por fin había podido comunicarme con él después de que mis llamadas fueran rechazadas.

-Señorita ___, hay una infinidad de razones por las que no es correcto que se entremezclen emociones entre usted y yo, es mejor para ambos que las cosas sigan así. Al final, yo estoy destinado a otros sucesos opuestos a su vida. -Cada palabra que salía de sus labios me hacían arrepentirme de haberlo citado en el café. No era lo que quería escuchar, quería escuchar de nuevo el Noritoshi intenso que me llamo en la madrugada.

-Lo sé... ya lo sé Noritoshi... -mis ojos se empezaron a llenar de lagrimas, -¿soy una tonta verdad?

Había pena en sus ojos, no había algo que pudiera hacerle cambiar de opinión, si accedió a venir después de haber ignorado mis llamadas y mensajes es por que ya había tomado una decisión, en donde yo no formaría parte de su vida, mi presencia solo se quedaría en un recuerdo hasta convertirse en nada. 

-____, lo lamento, pero no soy la persona que mereces en tu vida, nunca sé cuando regresare o si regresare...

-Me dijiste que siempre regresarías, por que era tu motivación -dije en un susurro.

-¡Estaba intoxicado! -dijo alzando la voz, captando la mirada de varias de las personas a nuestro alrededor -lo siento, no sabia lo que decía, mi intención nunca fue ilusionarte ____. 

No sabia que hacer, que decir, como reaccionar. Simplemente estaba presente mientras me rompían el corazón. Después de unos minutos de que ambos estuviéramos en silencio, el pelinegro se aclaró la garganta para volver a hablar. 

-Aunque en el fondo de mi alma desee estar a tu lado y compartir mi vida contigo no podría condenarte a esto, a una vida llena de ilusiones. Mis responsabilidades me superaron y se salieron de mis manos o más bien, nunca estuvieron ahí y las controlaba alguien más. 

-¿Qué quieres decir? ¿No es por ti que me sacas de tu vida? -No estaba entendiendo nada a pesar de que mi mente fuera a 1000 por hora. 

-Me voy a casar, ____. Ya todo esta arreglado.

Esas ultimas palabras fueron como un balde de agua helada.