6 de octubre
La casa de los Miller
Montana, West YellowstoneLa noche estaba fría, incluso con todos los tapados que tenía podía sentir como los dedos de mis pies se congelaban hasta ya no sentirlos, se escuchaba el ruido del viento filtrándose por la hendidura de la ventana, podía ver como la farola de la calle se movía de un lado a otro dejando por algunos segundo mi habitación en una completa oscuridad que parecía no tener fin, desde la cocina se podía escuchar el ruido de la heladera encendida junto al compás del reloj marcando segundo tras segundo. Cuando la luz de la calle volvía a alumbrar mi habitación podía ver la cama de Verónica, vacía y tan ordenada como a ella le gustaba.
《Ella amaba el orden》
Ansiaba conversar con ella, contarle de mi día, escuchar qué opinaba de mis problemas y hasta discutir sabiendo que tenía razón, tenía tantas cosas que contarle.
Una lágrima se escapó de mi ojo izquierdo que al estar acostada de lado recorrió mi lagrimal, cruzó por el puente de mi nariz hasta caer en la suave almohada que mi abuela me había regalado en mi cumpleaños número dieciséis.
Recuerdo que Vero la detestaba, odiaba las cosas con colores tan apagados, a diferencia mía. Mi abuela nos consentía a ambas, a cada cual a su manera.-¿Por qué Vero?- mi voz casi inaudible, pero a punto de quebrarse resonó por la habitación.
La policía cree que se escapó en búsqueda de otras oportunidades, como dijo el comisario Jeff, como lo detesto, maldito egocéntrico, irritante, cabeza de huevo, se piensa que Vero era tan común como todos los otros adolescentes que lo único que quieren es escapar del condado de Montana para irse lejos de sus padres y poder vivir la vida que se les antoje sin que ellos estén ahí para retenerlos.
Vero no era así, tal vez yo sí lo sea junto con todo el otro montón de tontos que no paramos de maquinar ideas para poder dejar este detestable pueblo.
《Tal vez tendría que haber sido yo la que desapareciera》
Ella en cambio era del tipo que le gustaba y disfrutaba de la compañía y de los momentos en familia, adoraba compartir momentos con nosotros y yo adoraba verla sonreír, solo cuando ella estaba con nosotros podía disfrutar de esos momentos, mientras tanto se me hacían muy pesados.
El ruido de la nevera abriéndose me despertó de mis pensamientos y volví a la realidad. Mi mamá buscando las pastillas para poder dormirse.
Me limpié las lágrimas y me hice la dormida, ya sabía que iba a venir a mi habitación. Entró, con el mayor de los cuidados posibles para no despertarme, se sentó en la punta de la cama de Vero y se dejó caer de espaldas, tomó su almohada y se durmió con ella entre sus manos como si fuera un oso de peluche.
Lo lleva haciendo desde la tercera noche en que Vero no cruzó la puerta de la entrada de casa ni muchos menos volvió a prepararnos el desayuno para todos.Intento ignorar a mamá y todos los recuerdo que tengo con Vero que no paran de bombardear mi cabeza a cada minuto del día, me giro mirando hacia la ventana y le doy la espalda a la cama en donde se encuentra mamá y empiezo a recordar la imagen de nuestros nuevos vecinos, los Foster.
En la tarde del cinco de octubre casi dos semanas después de que Vero no volviera a dormir a su cama, llegaron a Yellowstone, se mudaron a la casa de la esquina casi enfrente de la nuestra. Una casa medianamente grande, pero eso sí muy lujosa, una de las casas más bonita del pueblo con un patio enorme con piscina incluida, que eso era muy raro en las casas del pueblo, la mayoría elegíamos ir a pasar el día en el río.
La familia era muy rara, no me refiero a que fuesen o aparentasen ser locos, más bien desde el momento en que los vi, ninguna de sus actitudes me parecían normales en ellos, principalmente el hijo mayor o eso creo, él me inquietaba muchísimo, además quería saber el por qué, por qué una familia con dinero se mudarían a un pueblo que se encuentra a tres horas de la ciudad más cercana, un pueblo que apenas si llega la señal y que en los días de lluvia ni existe, que muchas veces no se puede ni caminar por las calles porque están llenas de lodo por las lluvias, quién carajos querría mudarse a un lugar así teniendo la oportunidad de ir a donde quisieran o al menos a cualquier lado menos a Yellowstone, el pueblo donde las tragedias abundan.
Después de que Vero desapareciese una compañera de ella no volvió a su casa dejando los mismos rastros, una nota, una rosa y la falta de ropa en su armario.
Pasaron minutos, quizás horas, quien sabe. Cuando no me puedo dormir o al menos eso intento el tiempo parece ponerse en mi contra, pasa más rápido de lo común. Me giro hacia donde está mamá y ya se encuentra profundamente dormida, retiro todos los tapados que tengo encima, me siento en la cama y me pongo mis ridículas pantuflas que papá me regaló, camino hacia la cocina sin impórtame si hago o no ruido; sin embargo, por más que no lo intente no produzco ningún ruido.
Abro la nevera, y el frío golpea mi cara inmediatamente, me produce un escalofrío que me provoca satisfacción. Tomo la botella de agua y camino hacia la alacena, me sirvo el agua en un vaso y camino directo a la ventana que está en el living. La calle está desolada, la luna menguante alumbra mejor que la estúpida farola que no deja de moverse por el aparente viento. Sin darme cuenta me quedo durante algunos minutos hipnotizada con el brillo de la luna, de pronto un mensaje en mi celular que se encuentra en mi habitación hace que desvíe mi atención de ella.
Camino hasta mi mesita de noche y un mensaje perturbador hace que la temperatura de mi cuerpo aumente y descienda repentinamente, los pelos de mis brazos se erizan mientras leo aquellas palabras, y siento como la piel toma el aspecto de gallina, mis músculos se contraen y las piernas se me debilitan.
《Si sigues de curiosa en la ventana, vas a terminar como tu hermana》
☾☾☾
Nota del autorHolaaa buenaaas, espero que se encuentren muy bien, les mando saludos.
Les vengo a dejar una nota para que me sigan o voten e incluso comenten, para así saber si quieren que siga subiendo los demás capítulos.
Mientras tanto espero que estén disfrutando la lectura, cualquier duda o consulta háganme saber, también me gustaría conocerlos a ustedes, sé que somos poquitos así que aún mejor, los puedo conocer a todos.
Y sepan que es feo que sean lectores silenciosos, hagan ruido por favor.¿Ya tienen sus teorías conspirativas? ¿Qué piensan que le pasó a Verónica? Sean pacientes no se apresuren todavía falta conocer a muchos personajes más
ESTÁS LEYENDO
Luz De Luna
RandomSophia es una joven con diecisiete años recién cumplidos, vive en el condado de Montana en el pueblo de Yellowstone. En una noche del 22 de septiembre en el inicio del otoño, su hermana mayor Verónica desaparece dejando rastros confusos,¿Se fue por...