CAPÍTULO II

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5 de octubre Casa de los MillerMontana, Yellowstone

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5 de octubre
Casa de los Miller
Montana, Yellowstone

Ver mi cuarto ordenado y limpio en profundidad me hacia sentir como que todos mis problemas se resolvían mágicamente, empecé ordenando mi cama y sin darme cuenta había tirado toda mi ropa sobre la cama porque según yo, estaba mal doblada.

Nota mental;
《ordenar todo el cuarto no es necesario》

Hacía ya dos horas que había empezado, todavía me faltaba ordenar el escritorio e incluso fregar el piso, me rendí cuando me di cuenta de lo último y empecé a doblar mal los jeans que me quedaban para poder terminar lo antes posible y poder acostarme.

Mientras terminaba esto, mi celular vibró en la mesa de noche, no le hubiese dado importancia de no ser porque lo volvió a hacer una y otra vez, solté de inmediato el jean, con la esperanza de que fuese Vero, mi cara demostró la desilusión al comprobar que era Nancy.

Nancy era mi mejor amiga desde que tenía memoria, vivía casi en la entrada del pueblo, en frente de la estación de servicio, donde normalmente los turistas paraban a cargar combustibles y seguían de largo por la carretera hacia el sur, nadie tomaba la avenida principal para entrar en el pueblo.

Tomé el celular y tenía cinco mensajes, los miré desde arriba para que no notara que ya los había leído, los mensajes decían que una familia con un chico muy apuesto (haciendo énfasis en esto último) habían entrado al pueblo.

《Nancy y sus hormonas》

Volví a dejar el celular en la mesa de noche, sentí los pasos de alguien acercándose por el pasillo, traté de hacerme la ocupada intentando ordenar el escritorio, tomé rápidamente lo primero que vi. Mi mamá tocó la puerta de la habitación haciendo que me sobresalte exagerando un poco.

-En unos minutos va a estar lo comida Sophi, quieres comer ¿no?- habló mi mamá con un tono de mamá sobre protectora. Sabía que eso no era una pregunta sino más bien un aviso que tenia que responder de manera positiva.

-Si mamá, ya casi termino-

-¿No ibas a fregar el piso también?- suspiro y se apoyó en el umbral de la puerta cruzándose de brazos -O ¿a caso ya te arrepentiste?- dijo con una sonrisa formándose en su cara, por qué las madres nos tienen que conocer tan bien.

-Tal vez lo haga luego de comer- dije sin creérmelo ni yo

-Ok, solo recuerda que no es necesario limpiar tanto de una sola vez- hizo un ademán de irse pero se arrepintió y volvió, -Te quiero, lo sabes ¿no?- la voz de mi mamá empezaba a cortarse, sin dudarlo acorte nuestra distancia y la abracé como si así pudiese absorber lo que sentía.

-Sí mamá, yo te quiero mucho más-

Me besó la frente y se fue, mientras lo hacía escuché un auto frenar con fuerza, me asomé por la ventana y los pude ver.

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