𝕌𝐧 ℂ𝐨𝐫𝐭𝐞𝐣𝐨 𝕁𝐨𝐯𝐞𝐧 |kooktae|

🍒𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 «13» 1/3

―S-solo... Adiós.― Dicho eso Taehyung se dió media vuelta para tratar de ahogar su llanto.

Las palabras que Taehyung tenía guardadas seguiran por siempre solo en el, al ver a Jungkook alejarse sin decir alguna palabra, solo aceptando aquel destino crúel que ambos decidieron romper o mejor dicho, dejar.

Jungkook no volvería a buscarlo, ya no, si Taehyung dejaba esa relación..., no podía obligarle a quedarse en algo que el Omega seria infelíz.
Todo se acabó desde hoy.

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𝕌𝐧 ℂ𝐨𝐫𝐭𝐞𝐣𝐨 𝕁𝐨𝐯𝐞𝐧
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Jungkook bajaba las escaleras de la gran casa en donde ahora ya llevaba unos cuantos meses viviendo, aún ni siquiera se había podido acostumbrar al odioso lugar, menos cuando ese maldíto Alfa pareja de su madre andaba merodiando día y noche en la casa, estaba árto de eso.
Trataba de olvidar todo y espezar de cero, pero aquellos ojos de su Omega...

No. No podía.

Jungkook caminó hacia fuera encontrandose a la Omega que le sonreía tan emocionada como nadie, sus ojos evitaron no rodar al encontrarla ahí.

―¿Qué haces aquí?― Preguntó mientras ella pasaba sin pedir permiso alguno, Jungkook se peinó hacia atrás con fastídio.

―Tu madre me ha invitado a la cena.― Dijo ella con media sonrísa.

―Que bien, yo me voy.― Murmuró Jungkook caminando hacia fuera del lugar, fue detenido de inmediato por la Omega.

―Espera..., regresa para la comida-

― No regresaré, quedé con unos amigos y no sé a qué hora llegaré, adiós.― Dicho eso Jungkook sale casi corriendo del lugar, no queriendo que su madre le vea salir o sino estaría en problemas.

―Alfa...― Reclamó la Omega mientras fruncia el ceño, sonrío un poco y fue a la cocina para poder ayudar en algo, teniendo en su mente que eran como una pareja destinada normal que se amaba.

Jungkook caminó sin rumbo, quería evitar al máximo a su Omega predestinada, no quería mucho contacto, su Lobo gustaba de ella por esa mísma forma, pero el sentimiento hacia Taehyung estaba destruyendole... podía intentar olvidarle, pero estaba seguro que eso sería imposible, es como si fuera su predestinado. No lo era, pero parecía que el destino se equivocó con ellos dos...
Jungkook amaba a Taehyung.

No llegaría a su casa hasta que fuera de mañana, sus ojos se cerraron cuando alguien le detubo de los hombros.
Frunció el ceño y se encontró a Yoongi el cual alzaba una ceja.

Ambos caminaron, sin decir absolutamente nada, no necesitaban hablar para saber que algo malo le estaba pasando a Jungkook. Su aura estaba pesada y su mirada un tanto cansada, parecía un Lobo desechado por la manada.

―¿Una semana?

―Dos― Corrigió Jungkook tomando un cigarrillo comenzar a fumarlo con insistencia. ―Estoy llegando a dudar de lo que en verdad sentía por mí, ¿sabes?― Murmuró con enfado expulsando el humo. ―Me hace querer golpear a la primera persona que vea.

Yoongi tomó distancia y fue algo que hizó sonreír a Jungkook sin mucha gracia. Estaba mal y no podían hacer mucho ―Él no la está pasando bien como lo imaginas...

―¡Wow!― Fínge sorpresa deteniendo el paso y ambos girandose para verse a los ojos. Los ojos negros del Jeon estaban oscuros y sin mucho brillo como tiempo atrás. ―La está sufriendo peor, no me lo imagino, ¡¡ni siquiera a venido o a intentado verme!!― Gritó tirando el cigarrillo al suelo y luego gruñir con enfado total. ―¡Lo odio...! E-es un Omega tan... tan... tan inancalzable.