Empire |KookV.

Capitulo 12.

El movimiento a su lado despertó al doncel, no pasó mucho para que dejara de sentir la piel de su esposo y en cambio una almohada fuera puesta en su lugar.

TaeHyung fingió que dormía, JungKook estaba alistándose para partir y no podía delatarse. Debía esperar a que el monarca saliera para poder ir hasta la biblioteca y abrir las puertas hasta donde dejó sus cosas.

A pesar de que se sentía cansado por la noche movida que había tenido, estaba dispuesto a escabullirse en la guerra. Su conciencia estuvo jugandole malas pasadas, pero no sé dejaría llevar por malos pensamientos, llevaría a cabo su plan.

Después de unos minutos, en los cuales casi se queda dormido, JungKook se acercó hasta el y le beso la frente, luego la nariz, ambas mejillas y por último los labios.

El doncel abrió los ojos lentamente y pudo observar a su esposo, se veía tan varonil con esa armadura bien puesta, su interior comenzó a calentarse, así que rápidamente alejo esos pensamientos de su mente.

— ¿Ya te vas? — Cuestionó. Mirándole con adoración, TaeHyung estaba perdidamente enamorado de JungKook, daría su vida por el, si fuera necesario.

JungKook sonrió leve y asintió besando los labios contrarios nuevamente. El rubio correspondió tratando de entender el beso.

— Ya me voy, lamento haberte despertado. — susurró. TaeHyung hizo un pequeño puchero, el cual fue besado por el pelinegro.

No sabía cómo haría para que JungKook no lo describiera, debía ser sigiloso, su olor seria un problema, así que que no podía ponerse ningún tipo de perfume, los descubriría de inmediato. Un suspiro rendido se escapó de los labios del doncel, para ser justos, ni siquiera quería una guerra, solo quería que todo acabará, y si quería que terminara bien, debía hacerlos con sus propias manos.

— ¿Planeabas irte sin antes despedirte de mi? ¿Solo me ibas a dar unos besitos y ya? — Reclamó. JungKook se rió y luego volvió a juntar sus labios en un beso más subido de tono, las manos del mayor se metieron debajo del vestido de su pijama.

TaeHyung jadeó cuando la mano de su esposo se metió entre sus bragas y comenzó acariciando su clítoris de arriba hacia abajo. Jeon saco una de sus manos y la dirigió hasta los pechos del rubio. Los jadeos se intensificaron cuando el pelinegro metió dos de sus dedos en la endidura del doncel. TaeHyung arqueo su espalda y apretó las mantas por el placer. Puede que lo hayan hecho toda la noche, pero nunca perdía la necesidad de sentir a su esposo, la necesidad de ser llenado y poseído, la necesidad de gritar cuando no puede soportarlo más y termina jadeante y cansado.

Los dedos del mayor se curvaron en su interior, logrando que el rubio terminará empepando su mano y parte de la cama. JungKook sonrió y saco la mano llevándose los dedos hasta la boca. Las mejillas de TaeHyung estaban por explotar de lo avergonzado que se sentía por haber terminado tan pronto.

— ¿No te folle bastante bien la noche anterior? ¿Sigues deseando más? Eres insaciable. — Se burló. TaeHyung abrió las piernas dejando a la vista su coño mojado y cubierto por las bragas. JungKook maldijo por la buena vista y comenzó a desabrocharse el cinturón. — Si me lo pides de esa manera no puedo negarme. — Suspiro. TaeHyung lo atrajo hasta su cuerpo y ambos juntaron sus labios en un beso profundo.

Los cuerpos de ambos estaban calientes, necesitados, TaeHyung besaba al pelinegro de tal forma, como si no hubiera un mañana, como si fuera la última vez. Las manos del doncel bajaron para ayudar a si esposo con la ropa, pero unos golpes en la puerta hicieron que ambos se estuvieran.

— Mi señor, las tropas están listas para partir, estamos esperando por usted para poder irnos, señor. — JungKook maldijo por lo bajo y luego acomodó sus pantalones. No podían perder el tiempo, debían partir antes del amanecer.