Los dos chicos arreglaban las cosas como debían. Después de dos horas, el día parecía acabar. Intentaron salir, pero la puerta estaba cerrada. Edgar pensó en golpearla.
– ¡No lo hagas! - exclamó la chica, tomando su mano. – Debemos pagarle a Griff si la destrozamos, será costoso.
Edgar se sentó en el suelo con desdén y enojo. Colette se sentó a su lado.
– ¿Estás bien? - preguntó Colette.
– Sí, lo estoy – respondió Edgar.
Colette miró a Edgar con ternura.
– Siempre hay una forma de salir de aquí, descubrámosla ¿Qué te parece, Edgar?
Edgar se sintió afligido por las palabras de Colette.
– No hemos salido hace tiempo, ¿hay una razón por eso? - preguntó Edgar, empujando la puerta con fuerza.
– No te lo había dicho, estoy saliendo con alguien más - respondió Colette.
– ¿En serio? - refunfuñó Edgar. – Dejemos mi bufanda en el hoyo.
La chica encontró un hueco, se acercó a Edgar y quitó la bufanda suavemente. El chico tomó su rostro y le confesó sus sentimientos.
Colette negó con la cabeza. Edgar intentó besarla, pero Colette lo rechazó.
La puerta se abrió y era Griff. Edgar corrió, dejando la bufanda en manos de Colette.
– ¿Edgar? - llamó Colette mientras él huía de ella.
El chico corrió a casa y se encerró en su cuarto. Su hermana menor tocó la puerta, preocupada por él.
–¿Estás bien, hermano mayor? - preguntó.
–Dame unos minutos, por favor - respondió el chico.
La chica intentó tranquilizarlo, pero él la sacó de su cuarto.
–Nada, hermana, nada - dijo desde adentro.
La chica se sentó al lado de la puerta.
–¿Es por ella? - preguntó, solo obtuvo silencio como respuesta.
Mañana será otro día.
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Colette X Edgar la locura de un adolescente
RomanceEl amor de los ya comentados está por empezar.