Siempre he pensado que para cada persona en el mundo hay otra con la cual está destinado a encajar, una especie de otra mitad que te entiende al máximo. A veces, la vida nos separa de esa persona, al menos temporalmente.
Ya había transcurrido un mes y la chica parecía pasar cada día más tiempo con él, incluso el emo no había recibido ni una llamada de Colette.
- ¿Dónde estás Colette? ¿Por qué ya no me molestas como antes? Odio tener que verte con ese chico. No sé, se siente como si todo fuera falso. ¿Realmente te gusta pasar tiempo con chicos como él? Incluso pensé que estabas completamente loca, más de lo que creía. Ese maldito cactus siempre robaba tu atención, pero ese chico parece el típico estereotipo del hombre perfecto.
Edgar se encontraba encerrado en el comedor, el cual estaba extrañamente vacío. Mientras usaba su celular, recorría las redes sociales del chico "don perfecto" y encontraba tantos momentos de oro, haciéndose parecer que son novios o algo similar. Gritó entre desespero.
El jefe lo habría notado, ya que no se encontraba muy lejos, así que tomó el picaporte de la puerta y la rodó débilmente, para así escuchar los murmullos del adolescente.
- ¿Por qué ese tal Kevin tiene que ser tan perfecto? Claro, es alto, apuesto, fuerte, adinerado... Guau, parece de las novelas turcas que ve mi madre. Vamos, Edgar, concéntrate. De seguro solo Colette está saliendo solo como amigos. Después de todo, ella siempre fue muy extraña también conmigo. Espera, ni siquiera tengo una idea de cómo es ella cuando le gusta alguien. ¡Maldición con mi pequeña cabeza llena de celos!
Griff solo ríe y decide irse. Cuando las cámaras del comedor resonaron con la voz del jefe del chico.
- Edgar, ven, tenemos que tener una charla. Es algo importante.
Resonó el micrófono de la cámara.
- Oh, rayos, de seguro encontró el objeto que rompí en la mañana. Maldición.
Todo fue como lo mencionado, ya que el chico iría a la habitación, pero en esta también se encontraba Colette. Al verla, simplemente la saludó y decidió prestar atención a las órdenes de su jefe.
- Hoy tengo un trabajo especial para ustedes, así que es hora de poner esas manos a trabajar. Como sabrán, no me gusta desperdiciar ni un dólar, pero desgraciadamente el almacenamiento está sucio, así que les daré un sueldo extra si deciden limpiarlo. Los voy a encerrar.
- Pero jefe, hoy tengo que salir con...
Interrumpe su jefe Griff.
- Su chica quiere salir con su actriz de Hollywood, pero siempre el trabajo es primero o como dice la chaviza "mi primera chamba". Así que muevan esas manos que el dinero hace girar el mundo. ¡Cachin!
Todo era como lo concordaron, ya que la chica y él se encontraban completamente solos en ese lugar limpiando, pero Griff desde fuera cerró el almacenamiento con llave.
- Ufff, por error lo cerré, igualmente lo único que podría pasar es una simple demanda, jeje - habló en voz alta con su típica expresión exagerada.
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Colette X Edgar la locura de un adolescente
RomansaEl amor de los ya comentados está por empezar.