Capítulo 06

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Me observo en el espejo del servicio de mujeres en la universidad.

Mis jeans son apretados.
Tanto que puedo asegurar que mis piernas dolerán luego de usarlos.
Estoy usando un par de tacones blancos, sin mucha plataforma, y un crop top formal también de color blanco.

Me aseguré de maquillarme como lo hacía antes de estar en una relación con Ryder.
Las personas solían decir que me veía bonita.
Y eso me gustaba.

Y dejé mi cabello lacio.
Porque sé que me queda bien de esa forma.

Tengo la botella de vino guardada en mi enorme bolso blanco. Con un moño rojo totalmente elegante.

El maestro Lynch merece lo mejor.
Y yo me encargaré que el lo sepa.

Seguramente también está devastado por todo lo que sucedió con su ex. Megan Lindsey.
¿Cómo sé su apellido?
Pasé como 4 horas en la mañana revisando las redes sociales del maestro Lynch.

Y ya sé cómo Kali, lo encontró.
Nadie sigue a "ledcosair"
Pero "ledcosair" si, sigue a nuestra institución en Instagram. Y ha sido uno de los último seguidores, por eso lo encontró con tanta facilidad.

Camino. Con una sonrisa dibujada en el rostro hasta el salón de investigación.
Pero hago una mueca de disgusto al encontrar a la maestra Rottsky.

–¿Escuchaste que el maestro Lynch discutió con su novia hoy en el parking?

Trago saliva.

–¿Qué?- digo yo. Metiéndome a la conversación de dos chicas– Perdonen, pero ¿qué?

–Sí- me responde una de las chicas, una rubia y casi albina– Eso nos contaron, y dicen que no es la primera vez, la vez pasada lo vieron terminando su relación.

Maldita Kali...
O Lucas.
No se puede enterar que fui yo quien contó eso.

–¿Pero hoy pasó lo mismo?- preguntó inquieta.

La rubia asiente.
Sonriendo.
Orgullosa de saber todo el chisme.

–Varios estudiantes lo vieron, él trataba de disimular, pero esa chica no parecía estar bromeando.

Jodida Megan.
Debe dejar de una vez en paz a mi maestro.
Bufo.

Sin decirles nada más, camino hacia el aula de descanso de profesores. Con calma, sin poder quitar la furia de mi cuerpo.

Deseo conocerla.
Deseo conocerla y decirle que Lynch ya no quiere nada con ella y se está encargando de ayudarme a mí.

–¡_________!- veo a Lucas, dirigirse hacia mí– Te escribí y no contes...

–No has dicho nada de lo que comenté del maestro Lynch, ¿verdad?

Él niega de inmediato.
Extrañado.
Y avergonzado por haber dicho lo que antes.

–Si me entero que lo hiciste, te aplastaré las bolas.

Le digo, y sigo mi camino.
Sin importarme que vaya a pensar ahora de mí.

Al llegar a la sala de descanso de profesores.
Me doy cuenta que tampoco está allí.

La campana suena.
Otra clase está por venir.
No.

El maestro Lynch no podrá conversar.
Comienzo a caminar más rápido hacia el patio, que es donde gracias a Dios, está.
Hablando por teléfono con una cara de disgusto total.

Los estudiantes comienzan a entrar a la universidad casi corriendo.
Tengo una terrible buena suerte.

–¡Maestro Lynch!- exclamo al verlo.

Y el me observa de inmediato.
Me siento glamorosa al poder decir que ni bien me miró, una sonrisa se instaló en su rostro.

–¡Hola, _______!- me dice. Me indica que le dé un momento para poder finalizar la llamada y eso es lo que hago, retrocediendo algunos pasos.

¿Estará hablando con Megan?
Esa asquerosa chiquita que aún no sabe su lugar.
Suspiro.

Observo al maestro Lynch.
Esta vestido con un pantalón de vestir marrón, una camisa algo ajustada blanca, y unos zapatos también color marrón.
Se ve genial.
No. Se ve muy genial.
Y es que todo le queda tan bien...

Es por eso que todas las mujeres hablan de él en esta universidad. Es demasiado atractivo.

–Perdóname- me dice acercándose a mí, guardando su teléfono en el bolsillo de su pantalón– Tenía una emergencia, ¿tienes clase? ¿Cómo sigues?

Sonrío.
Y el también sonríe aún más.

–No tengo clases hoy pero me tomé el tiempo de venir hasta aquí para darle las gracias.

Lynch asiente.

–Descuida, no pasa nada, me encanta ayudar a las personas.

Abro mi bolso y saco el vino de allí.
Lo extiendo en mis manos.

–Esto es para usted.

–________- sonríe, nervioso, y vuelve a guardar el vino en mi bolso– No puedes darme esto aquí, pueden pensar mal.

–Tranquilo, aquí es costumbre que los estudiantes le regalen alcohol a los maestros, y más antes y después de exámenes.

El ríe.
Vuelvo a sacar la botella de mi bolso y se la extiendo. Esta vez el la toma, algo más tranquilo.

–¿Por eso lo haces?

–Claro que no, ni siquiera estamos en exámenes.

Reímos.
Lynch examina la botella.
Y al darse cuenta que es de colección, me observa extrañado.

–Esto es demasiado- me dice– No puedo aceptarlo... es de colección.

–No pasa nada.

–Claro que sí, esto debe costar una fortuna.

Niego.

–Mi padre tenía toda una reserva en casa, y allí sigue intacta. Tengo como 2 más de esos, el también los colecciona.

Rayos.
¿Dije también?
Y por supuesto que mentí.
Bueno, tenemos muchos vinos en casa porque mi mamá los ama.
Y también de colección.
Pero realmente no tenemos uno igual a ese.

–Que cool- responde. Sin haberse dado cuenta, al parecer. Examina la botella una vez más– Pero realmente no tienes por qué pequeña.

Puedo jurar que mis bragas se mojan al oír ese "pequeña"
Dios santo...

–Velar por el bienestar de ustedes, siempre será mi deber.

Sonrío.

–Siento que de verdad me ayudó mucho la charla que tuvimos ayer... por eso le traigo este pequeño obsequio. Ahora ya debo de irme.

–Descuida, _______. Y muchas gracias también, esto es totalmente inesperado, lo tomaré en una ocasión especial.

–Más bien- me acerco a él peligrosamente– Tenga cuidado, escuché que hoy su ex novia vino y estaban discutiendo aquí en la U.

Ross palidece.

–Sé que algunos estudiantes nos vieron... no pensé que todos lo notaran.

–Más de la mitad de niñas siempre están observándolo, maestro.

Lynch frunce el ceño y niega.

–De verás, es que es muy atractivo.

Le digo con naturalidad.
Puedo darme cuenta como se incomoda un poco.
Y decido callar un poco mis ansias de volver a estar en su auto. Solo que esta vez, encima de él.

–Gracias, _______. Nos vemos este lunes.

Sonrío, sintiéndome un poco avergonzada.

Maestro Lynch | Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora