Maestro Lynch | Fanfic.

Capítulo 13

–Has estado callada en todo el camino- me reclama Kali, extrañada, mientras se lima sus uñas postizas a la misma vez que estaciona el auto en el parking de la universidad– Sabes que puedes contarme cualquier cosa, ________.

Ladeo la cabeza.
Sintiendo un montón de cosas en mi interior.

Ha pasado exactamente un día luego de todo lo ocurrido con el maestro Lynch. Y por supuesto que esperé a recibir una señal de él o algo así, quizá un mensaje... alguna llamada.

Pero no obtuve nada.

Decidí no publicar estados en WhatsApp o en alguna de mis redes sociales porque realmente no tenía ganas de hacerlo. Ni quería llamar la atención del maestro Lynch luego de aquel semejante espectáculo ocurrido.

Mi pierna sigue lastimada por aquel corte que me hice. Y sé que todos probablemente pueden pensar que estoy loca por haberlo hecho, sobre todo porque fue para llamar su atención.

Pero me apena decir que esto no es nada " no providente" de mí o de mi personalidad. De igual forma me di cuenta que esto no resultó, no recibí nada del maestro Lynch durante ya más de 24 horas.

Hoy tenemos clase juntos.
Y puedo decir que no tengo ganas de verlo por los nervios que tengo.
¿Cuál sería su reacción al verme?
¿Decirme para hablar cuando termine su clase?
¿Ignorar todo?
¿Qué pasará con lo que pasó?
¿Será muy incómodo?

Suspiro.
Toco mi cien con mis dedos, y la acaricio.

No he podido dejar de pensar en el maestro Lynch ni un minuto en estas horas. Ni tampoco he podido dejar de revisar sus redes sociales de manera constante. Ni tampoco he podido dejar de pensar si sería correcto ir a su edificio y observar afuera a ver si es que Megan vuelve a visitarlo o no.

Por otra parte, tampoco sé algo de Megan.
Sus fotos con Lynch, siguen publicas en sus redes sociales, no ha borrado nada, ni ha publicado algo nuevo. Los dos continúan sin seguirse, pero, ¿qué habrá pasado luego de que salí de su departamento?

¿Y qué hay de ese "pensé que trataríamos de arreglarlo"? Y... ¿por qué no me lo había mencionado?
¿Habrá sido por vergüenza a haberme contado todo lo que ella le hizo y aún así seguir con ella? ¿O por qué quería intentar tener algo conmigo?

Nada más que algún contacto sexual al parecer, que para colmo... ni siquiera llegó a completarse gracias a esa zorra.

Mi cuerpo no puede olvidar sus caricias y las sensaciones que produjo en mí aquel día.
Y mis labios no están satisfechos, quieren más, desean más... más de él y de su cuerpo perfectamente entrenado.

Necesito de él.

–________, ¿te encuentras bien?- me dice Kali, ahora sí realmente preocupada– ¿Estás drogada o algo?

Niego de inmediato por más que desearía estarlo.

–Por Dios, mira tu rostro... estás como desencajada.

Vuelvo a negar y despeino mi cabello.
Pero tiene razón.
Mis pensamientos hacen tanta bulla que no puedo concentrarme en hacer algo bien, así sea algo tan simple como peinar mi cabello

–¿Quieres ir a los servicios o algo? Quizá a la cafetería... ¿desayunaste? Puedo invitarte algo si deseas.

Suspiro.
Kali, y sus malditas ganas de saber todo.

–No te preocupes- suspiro– Solo necesito estar sola un rato y todo estará bien.

Sin esperar su respuesta, bajo de su auto tomando mi cartera entre mis manos y camino lo más rápido que puedo hasta entrar a la escuela.
Siento que todos me miran.
Como si de pronto todos supieran lo que pasó entre el maestro Lynch y yo.