Esposa a La Carta. Fantfiction de Hanna. Capitulo 4

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Esposa a La Carta. Fantfiction de Hanna. Capitulo 4

Keyla despertó. Vio el bello rostro de Dave. Dormido tenía esa expresión de niño malo y malcriado, extremadamente infiel y traidor. Exactamente igual que ella.

Se levantó con Esteban rondándole la mente. Ese gafo. Lo odiaba porque fue su único y verdadero amor. Infantil, inmaduro, irresponsable, definía al westonzolano promedio de incoherente hablar, con la mente llena de pajaritos, buscando inútilmente validación y aceptación, sin embargo,fue el único hombre que la amo. Estaba más que segura de que la amaba todavía. Fue lo más sincero y leal en su mundo ejecutivo, podrido y criminal...

Se le antojaba encontrarlo nuevamente y convencerlo de alguna manera que le traspasara todo a Dave. Esa era una opción. Después Dave se montaría en el avión equivocado, por una falla en las turbinas y zúas. Chao. Sinceramente prefería Dave muerto y no a Esteban. Esteban no era peligroso. Dave era tramposo, Inteligente, muy ambicioso. Sabía lo que ella tramaba.

Mientras se bañaba se le antojaba que convencer a Esteban sería más que fácil. Suspiró ante su disyuntiva.

Después de hacer Asquerosamente el amor, Dave antes de dormir le propuso el negocio de su vida y huir ambos después...Era una opción terrible e ilegal. Como todo lo de ella...

Ahora. ¿Haría el negocio nuevo que tenían en mentes? Después lo eliminaría, sino es que Dave la eliminaba a ella primero'.

La mujer dudo. En realidad tenía tiempo queriéndose acostarse nuevamente con Esteban e insultarlo después. Sería como hacer un bang gang,pero con una sola persona.Eso le daría harto placer.

II

Esteban no pudo dormir más. Se dio un buen baño en su oficina. En el apartamento le habían suspendido el agua y el gas, le habían prohibido el uso del ascensor y del garaje. Pero sería por pocas horas.

La noticia que dio la muchacha, el descubrimiento de todo, no le dejó dormir.

Recordó El trabajo y humillaciones pasadas. Todo era casi imposible de asimilar. No sabía qué significaba y hasta donde llagarían las cosas. Pero si comprendía que detrás, del otro lado de la computadora estaba Keyla, manejando diestramente los hilos, absolutamente concentrada en hacer el mal con un culpable que ya lo había declarado a los cuatro vientos. El mismo.

Corría un gran peligro. Por instantes una ola de miedo lo atacó. Sabía de lo que ella fue capaz cuando era pobre y principiante. De eso se enteró muchos meses después. Ahora era poderosa. Agitó la cabeza. No tenía ni idea en que ella andaba metida ,Ya no quería pensar.

Tenía que hacer una prueba y ver si no era un sueño producto del hambre. Salió a la calle. No sin antes anotar las direcciones y números de cuentas de los 3 primeros bancos donde se suponía tenía cuentas. Había Cuentas corrientes con Chequeras, Banking Internet, Tarjetas de Débito y de Crédito. En todas y cada donde solo estaba la firma de él. Ahora vería. No importaba mucho el peligro, ni qué cosa despertaría al hacerlo. Pero tenía que averiguar.

Fue al Banco Socialista de los Pueblos Libres. Un banco famoso por sus casi imposibles requisitos de intermediación y afiliación, No les interesaba tener muchos clientes, por ser donde los políticos, narcotraficantes y empresarios corruptos guardaban sus dineros.

Entró al banco. Tenía muchísimo tiempo que no disfrutaba un ambiente de lujo tan obsceno como este.

--Por favor.-- Dijo en la recepción--. Un ejecutivo de cuentas.

--¿Motivo?—dijo la joven, regalándole una mirada a la que ya estaba acostumbrado desde mucho tiempo atrás.

--Actualizar mi chequera virtual  y tarjeta de crédito. —explicó asintiendo mientras contemplaba la gente elegantemente vestida, haciendo labores mercantiles de todo tipo.

HannahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora