Capitulo 5: Un día el cual recordar

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"..." Hablando

/////Cambio de escenas\\\\\

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Han pasado un poco más de dos meses desde que Bell Cranel llegó a Orario.

Durante ese tiempo, había logrado lo imposible: alcanzar el nivel 2 en menos de un mes. Sin embargo, el precio de su rápida ascensión fue alto, y su familia decidió reducir la intensidad de sus inmersiones en la mazmorra para evitar que se esforzara tanto nuevamente.

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En estos dos meses desde que subió de nivel, Bell se había dedicado a averiguar cómo alcanzar el nivel 3.

Otra cosa que lo mantenía inquieto era su título. "Pequeño Novato" no le sentaba bien en absoluto. Astrea, desafortunadamente, había permitido ese nombre, lo que provocó una reacción intensa en Bell.

Cuando escuchó su nuevo alias, hizo un puchero tan fuerte que sus mejillas casi estallaron.

Las chicas lo encontraron adorable, incluida Astrea, hasta que él comenzó a ignorarla. Fue entonces cuando la diosa de la justicia vivió su semana de infierno, ya que Bell no le prestó atención alguna.

Decidida a enmendar su error, Astrea juró asegurarse de que nunca más se le diera un alias tan ridículo a Bell.

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Faltaban tres días para el noveno cumpleaños de Bell, y las chicas de la familia Astrea recorrían la ciudad en busca del regalo perfecto para él.

Astrea, por su parte, estaba con Hefesto, tratando de conseguir algo especial.

"¿Me estás diciendo que haga un arma para tu único hijo?" preguntó Hefesto con intriga, alzando una ceja.

"Sí, por favor. Quiero recompensarlo por su arduo trabajo, y su cumpleaños está cerca. Este sería el regalo perfecto," respondió Astrea, con una voz cargada de determinación.

"Lo haces parecer como si fuera un regalo para tu amante o algo así," bromeó Hefesto, soltando una carcajada.

La diosa se sonrojó intensamente. "¡Es sólo un niño! ¡Por favor, no digas tonterías como esas, Hefesto!"

"Jaja, está bien. Estoy segura de que puedes permitirte el arma, pero necesitaré que te quedes y me ayudes a fabricarla, ya que no cuento con mucho tiempo" dijo Hefesto, con un tono que cada vez estaba volviéndose más serio.

"Está bien," asintió Astrea, lista para poner manos a la obra.

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Mientras tanto, Bell se encontraba en el calabozo con Ais y Riveria. Gracias al pensamiento rápido de Riveria, ellas ya habían preparado un regalo especial para él.

Las chicas de la familia Astrea tardaron un poco más en encontrar el regalo perfecto, pero al final, encontraron algo que pensaron que le encantaría a Bell. Ahora, solo quedaba esperar hasta que llegara ese día tan esperado.

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Y así, los días pasaron rápidamente hasta que llegó la mañana del cumpleaños de Bell. Salió el sol y cuatro figuras encapuchadas aparecieron en la entrada de Orario. Estás se acercaron al guardia de la entrada, esperando su turno para entrar.

El sucesor del talentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora