Capítulo 6: Listo o no ay voy

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"..." Hablando

/////Cambio de escenas\\\\\

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{Skip de 8 meses}

Bell había crecido a un ritmo alarmante en un corto tiempo. Había subido al nivel 3 unos meses antes después de derrotar al Goliat en el piso 17 con algo de ayuda.

Junto con eso, obtuvo la capacidad de desarrollar resistencia anormal. Alfia y Zald le habían pedido que eligiera eso sobre las demás, ya que eso lo ayudaría a largo plazo al profundizar en la mazmorra.

“Bell, ¿estás seguro de querer resistencia anormal?” diría Alfia, con una mirada penetrante evaluando cada expresión de su sobrino.

“Sí, mamá. Quiero ser más fuerte para proteger a todos,” respondería Bell con determinación en sus ojos. Zald asintió en aprobación.

“Sabia elección, Bell. Esto te servirá bien en los niveles más profundos,” diría Zald, mientras daba una palmada en el hombro de Bell.

Hablando de algo más profundo, él y Ais habían mejorado aún más como equipo en la mazmorra.

Alise apenas podía creer lo que veía cuando los observaba atravesar monstruos en los pisos intermedios.

“Es increíble verlos luchar juntos,” diría Alise, sin poder ocultar su asombro. “Parecen estar en perfecta sincronía.”

“Sí, es como si hubieran estado luchando juntos durante años,” coincidiría Kaguya, con una voz llena de admiración y una pizca de envidia.

Ella y Kaguya subieron de nivel, al nivel 4 hace unos 3 meses, lo que las hacía aventureras de segunda clase, pero ambas estaban nerviosas por quedarse atrás con estos niños.

Ryu y Ardi también trabajaron más duro. Su sentido de la justicia y su deseo de ayudar a las personas, junto con los logros de Bell, las hicieron esforzarse hasta sus límites. Ambas alcanzaron el nivel 3 hace varios meses y estában haciendo un trabajo rápido para ascender al nivel 4.

“Ryu, no podemos quedarnos atrás. Bell y Ais nos necesitan fuertes,” diría Ardi, su determinación reflejada en su voz.

“Lo sé, Ardi. Daremos todo lo que tenemos,” respondería Ryu con una sonrisa firme.

Ais, por su parte, estaba feliz por el nivel de Bell, pero prometió trabajar aún más duro para no quedarse atrás. Ella también cumplió 11 años recientemente y pudo disfrutar plenamente de su cumpleaños con Bell ayudándola a salir de su caparazón.

“¡Feliz cumpleaños, Ais!” exclamó Bell, sosteniendo un pequeño pastel. Ais sonrió tímidamente, un raro destello de vulnerabilidad en sus ojos.

“Gracias, Bell. Nunca había tenido un cumpleaños así antes,” confesaría Ais, su voz suave.

Riveria se alegró de ver a Ais actuar como una chica normal para variar en lugar de entrenar constantemente como chica de calabozo.

“Es bueno verla disfrutar de cosas simples, como cualquier niña de su edad debería,” comentaría Riveria a Alfia, mientras observaban a los niños desde la distancia.

Por muchas cosas buenas que hubo, también sucedieron cosas malas en la ciudad. Los ataques de Evilus todavía eran frecuentes, pero la llegada de la familia de Bell ayudó a reducirlos.

Esto nos lleva a donde todos estamos hoy.

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El sucesor del talentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora