⿻ꦿꪳ։ Juno

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Las gotas de lluvia golpearon el techo violentamente haciendo que esa mañana fuera muy pesado levantarse, estaba solo así que fue una gran batalla decidir ser una persona responsable como se lo había prometido a su madre. Después de su "enfermedad" había recibido muchos mensajes de esta preocupada para saber si su niño ya se encontraba bien. Esta mañana fue así, cuando este se encontraba yendo a la cocina recibió la llamada de esta.

- "¡Hola corazóncitoo! ¿Cómo dormiste?"

Kakyoin estaba poniendo el agua para café cuando contestó la llamada.

- Hola mamá, dormí bien ¿y tú?

- "Bien, ¿tomaste algo? Dime que si tomaste el té que te mandé por mensaje"

No lo hizo por... obvios motivos.

- Sí, estaba un poco amargo.

- "Seguro le echaste mucho orégano, cualquier cosa por favor avísame. ¿La familia Kujo te atendió bien ante ese suceso? Lamento mucho que haya sucedido ahí."

Kakyoin solo suspiró

- Mamá, ¿Cuando regresas?

- "La otra semana, me acaban de avisar ya que..."

- Creo que te necesito otra vez...

Hubo un silencio por parte de la madre de Kakyoin, sabía que su hijo era muy independiente y cada que este admitía necesitar de su presencia era serio.

- "Cariño, ¿sucedió algo?"

Kakyoin sentía su corazón subir a su garganta.

- No creo que contártelo por llamada sea óptimo, solo ven lo antes posible, te necesito.

Su madre estaba sorprendida, asumió que era por su cumpleaños ya que era justo en unos días y esta no alcanzaba a llegar.

- "Amor, ¿es por tu cumpleaños? Dime, hay tiempo ¿que deseas? ¿Qué tal una silla? Tu padre y yo hemos hablado sobre tu cumpleaños y creemos que tu silla... necesita un cambio"

Aquello sacó a Kakyoin de su trance.

- ¿Silla? ¿Qué tiene de malo mi silla?

- "Amor, desde que estábamos en las casas viejas usas una silla de plástico de hace años que ya está en mal estado"

- No es para tanto, es útil y le tengo mucho cariño.

Kakyoin ya había servido su café y estaba comiendo un sándwich improvisado.

- "Nori... se le cayó una pata y la pegaste con super cola y cinta..."

- ¡Pero sirve, te lo demostré!

- "Ya está dicho Nori, esa silla se irá"

Kakyoin no dijo nada, solo quedó pensativo y cedió calladamente. Luego de un momento cortó la llamada para terminar de alistarse a otro día más en el colegio. Lastimosamente.

Tenía un serio debate en su cabeza de sí ir o no, pero no quería otra llamada de su madre sobre su "malestar".

Salió finalmente de su hogar, solía caminar pese a la disposición del auto que dejaba su madre en casa, asi que decidió ir lento a ver el panorama.

Ahí vio nuevamente aquel árbol de cerezas que un día le mandó a Jojo.

Su corazón se sentía tan pequeño.

Al acercarse más a su destino se encontró con el peliblanco, así que este se le unió en su caminata.

- ¡Hey, Kakyoin! ¿Cómo estás?

⿻ꦿꪳ։ 𝘐𝘯𝘵𝘦𝘳𝘤𝘰𝘯𝘦𝘤𝘵𝘦𝘥 ☆Jotakak☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora