𝕿RAITOR | Billy Loomis. [PAUSADO]

𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂. 14 𝖽𝖊 𝖿𝖾𝖇𝗋𝖾𝗋𝗈.

Alyn caminaba a pasos rápidos por los extensos pasillos de la preparatoria. Podía sentir ojos quemando su espalda, y los susurros con su nombre siendo protagonistas de las risas.

Alzó sus ojos, tratando de ignorar aquello. Vió como un ancho y largo cartel estaba colgado de esquina a esquina en el final del pasillo. "Feliz 14 de febrero" junto con varios corazones de tonos rojizos y rosados. El centro de alumnos se había esforzado bastante en decorar hasta lo más mínimo de la escuela; pusieron stickers de corazones y besos en cada casillero, cintas rojas por los techos y en varios lugares habían globos de los mismos colores y algunos en forma de corazón.

La morena acomodó su bolso en su hombro, sosteniendo en su otro brazo algunos libros que debía dejar en su casillero. Llegó a él e introdujo su contraseña en el pequeño candado que Tatum le había obsequiado el día que le contó sobre que había logrado conseguir un casillero.

Dejó todos sus libros acomodados por altura y cerró aquel pequeño espacio, Alyn se sobresaltó en cuanto vió un cuerpo que reposaba cómodamente junto a su casillero.

ᅳ¿Qué? ¿Te asusté, linda?

Ella se sonrojó ante el apodo que el chico hace unas semanas había comenzado a llamarla, pero aún no se acostumbraba a oir la voz de él llamarla así. Estuvo apunto de responder su burla, pero unas risas tras de ella provocaron que se avergonzara.

Un grupo pequeño de chicas miraban con burla a Alyn, soltando algunas risas para nada disimuladas. Esas cuatro chicas estaban apoyadas en los casilleros del otro lado del pasillo, mientras susurraban cosas a los oídos de las otras.

La morena sintió vergüenza de sí misma. ¿Por qué tenía que pasarle esto ahora? ¿Por qué tenía que pasarle justo cuando estaba con él?

Billy sintió un malestar en su pecho cuando vió como ella bajaba su rostro avergonzado, vió como ella comenzaba a morder su labio inferior de incomodidad. Pero lo que más le molestó fué lo vulnerable que se puso la chica por un par de rumores falsos. Su sangre hervía al verla de ese modo, tan frágil.