𝕿RAITOR | Billy Loomis. [PAUSADO]

𝒙𝒊. Desvelos y trances

Alyn Collins.

ᅳMe lleva al aeropuerto, por favor.

Cerré la puerta al subir, no utilizando mucha fuerza para que no suene tan fuerte el golpe. El chófer me miró a través del espejo retrovisor y simplemente asintió.

Ya me había decidido.

Iría tres semanas a Woodsboro para pasar un tiempo de calidad con Matt y, tal y como había dicho Marie, descansar de la ruidosa ciudad de Nueva York.

Me hubiese encantado llevarla conmigo a mi pueblo natal, pero el temor de que algo suceda aún seguía en mí.

Apenas le dí la noticia ordené mis cosas, le dejé encargada las llaves de mi casa y las de mi auto. Con lo despistada que era, no confíaba ni en mi misma para guardar esas cosas.

Los nervios me carcomían el cuerpo; sí, estaba emocionada por ver a Matt luego de tantos años, pero volver a Woodsboro era el problema.

¿Qué tenía de malo aquello?

Todo.

Porque en un lugar como ese; nunca se sabe que podría suceder.

La pelinegra mordía sus uñas de forma nerviosa, sus orbes cafés se movían inquietos inspeccionando a todas las personas del aeropuerto.

Con su mano libre sujetaba con fuerza su maleta color vino, no quería perderla, había demasiada gente en el aeropuerto; esperando familiares, amigos, o simplemente esperando su vuelo próximo.