Me haces feliz (Broppy)

Mi héroe

Finalmente había llegado la esperada madrugada en la cual la Reina de los Troll, Poppy y su mano derecha, Chiquilina, emprenderían camino a pueblo berteno.

En esa misma mañana, luego de que las trolls se fueran, el troll azul, Ramon, al primer canto de los pájaros, despertó de golpe.
Había tenido una horrorosa pesadilla donde él sujetaba a su Reina y su amada, sobre un abismo negro, donde finalmente cuando se le soltó, abrió los ojos, agradecía tanto haber despertado y que solo fuera un sueño feo.

Algo sucedía o algo iba a suceder, él era consciente de eso. Por eso se había mostrado tan insistente en que Poppy no fuera a pueblo berteno, tenía la fuerte sensación. Pero no quería tener una discusión con ella, así que cedió.

La mañana transcurrió normal, todos hicieron sus actividades matutinas diarias. Obviamente que había un aire tenso y nervioso por toda la Villa, pero Ramon se encargó de calmar el ambiente, aunque si había alguien que estaba ansioso, era él, pero por la tranquilidad del pueblo, se tragó sus emociones y actuó sereno.
En un momento de la mañana, mientras compraba frutos en la feria de la villa, notó que Arroyin no estaba en el lugar en el que siempre solía estar y sus seguidores se veían desorientados, como si se les hubiese perdido algo. A el troll azul esto le pareció muy raro, así que sin levantar sospechas para el resto de trolls, preguntó tratando de no mostrar curiosidad alguna si alguien había visto al troll morado traicionero. Resultado de las respuestas acumuladas, solamente pudo inferir que Arroyin se había desaparecido o escapado, ya que nadie lo había visto desde la noche anterior.

Eso lo enojaba de una manera sobrenatural, entendió que Arroyin quería que el pueblo quedara desprotegido de la Reina o peor aún, quería a la Reina alejada para irse con ella.
Miles de escenarios pasaron por su cabeza ese día, cada uno era peor que el anterior. Finalmente decidió que no se podía quedar de brazos cruzados, porque si había algún troll por el que él moriría, sería solo su amada.

[...]

La alegre Reina Troll y la pequeña troll amarilla, iban rumbo a ver los Bertenos, durante el trayecto cantaron, bailaron, etc. Cosas típicas de trolls.
Hasta que una sensación de peligro acechante se apoderó de ambas trolls, se miraron ambas con ojos que reflejaban angustia. Después de todo estaban en una misión en medio del bosque, así que si era un poco espeluznante.

Un ruido se escuchó detrás de ellas, a lo que voltearon a ver de a donde provenía, pero no vieron nada, luego algo se escuchó por su izquierda, luego por su derecha, no sabían que sucedía, simplemente se pusieron en posición de ataque espalda a espalda, el ruido comenzó a sonar alrededor de ellas, dando vueltas, eran sonidos de ramas rotas y como si alguien estuviera corriendo entre árboles.

Finalmente ese algo saltó sobre ellas.

[...]

Ramon habló con su grupo de amigos y les comentó que debía hacer algunas cosas, así que si lo necesitan, él no estaría disponible para nadie en la Villa.
"No entiendo, Ramon. ¿Qué tienes que hacer?" preguntó preocupado Grandulon mientras mecía a su Sr. Peluche.

"Recuerda que Poppy te dejó a cargo, estamos bajo tu cargo" exclamó Satín haciendo énfasis en la palabra "tu". Todos asintieron y posaron sus miradas en Ramon.

Diablos, no era bueno mintiendo y más bajo la presión de sus amigos. Necesitaba a Chiquilina acá, era la troll más sensata y hasta le hubiera podido contar sobre su plan.
Tenía claro que si les contaba sobre sus sospechas acerca de Arroyin, correrían a contarle a toda la Villa. Así que lo meditó y con todo el esfuerzo del mundo suspiró y habló.