Perdón por errores ortográficos.
Pov Emily Prentiss.
El olor tan agradable que invade mis fosas nasales al entrar a mi apartamento me hace sonreír grandemente. Ahora recuerdo porque me gusta tanto la presencia de Clyde aquí.
—¡¡Huele bien!! —le comento desde la entrada. Lo escucho reírse. Avanzó hacia la cocina y mi boca se abre al ver a Clyde parado al lado de Catalina Holmes, nuestra ex jefa y la creadora del equipo de trabajo.
—Señora —la saludo.
En toda su elegancia se gira hacia mí —Emily, un placer volver a verte, aunque grata mi sorpresa al ver al señor Easter con tanta comodidad en tu hogar —dice y agradezco no haber dicho un comentario sexual, como tengo por costumbre cuando Clyde está cerca.
—Aunque a eso no vine —me dice poniéndose de pie Catalina, y dirigiéndose a mí con una gran sonrisa, me rodea con sus brazos en un cálido abrazo, luego me peñizca disimuladamente.
—Involucrarte con él que un día fue tu jefe, no es muy listo de tu parte.—susurra una pequeña reprimenda.
—Un pajarito por ahí me contó que ustedes andan tras esta niña Keyla, olvide su apellido. —Comenta en voz alta mientras me suelta.— Me parece una total falta de respeto el hecho de no escuchar eso por la boca de uno de ustedes dos, considero que me gane ese derecho a ser informada cuando les brinde mi amistad —nos reprende.
—Emily y yo pensamos en decírtelo Catalina, pero no teníamos forma alguna de encontrarte. —se excusa Clyde y yo le sigo la corriente.
—Catalina, no pudimos comunicarnos contigo, pero tuvimos la iniciativa de hacerlo —le digo y la veo sonreír ante nuestro descaro.
—Ustedes son tal para cual, debo dárselos, si no supiera el par de mentiroso y manipuladores que son, les creería. Pero sé perfectamente que ni siquiera se acordaron de mí, pero, no se preocupen, no soy resentida.
—Pero, para contentarme, tiene que servirme a Keyla sin apellido en bandeja de oro para mis jefes, y yo fingiré que no se saltaron el protocolo de informar a su jefa directa. —nos dice con la sonrisa más brillante que puede.
—Por supuesto que te la daremos. —le digo.
—¿Quieres quedarte a cenar? —le pregunta por educación Clyde.
—Sé que no me quieres aquí Easter, pero él viajé, fue largo y créeme, no tenía hambre, pero ahora oliendo lo que preparas si la tengo. —nos dice divertida.
Catalina Holmes es una de las personas más interesantes que conozco, es una total y absoluta perra cuando se trata de sus enemigos y de ponerlos en su lugar, es altanera, egocéntrica, clasista y altamente despectiva. Pero como amiga es increíble, es alguien con un sentido del humor muy grato, es leal, y altamente confiable.
Desde el momento uno que nos conocimos nos volvimos muy unidas, con Clyde ha tenido un par de roces y tuvieron un comienzo difícil, producto de que ambos se dicen sus verdades, pero con los años han llegado a un punto neutral donde conviven juntos sin problema.
—¿Qué más saben de Keyla? —nos cuestiona mientras cenamos.
—Por el momento, nada, estamos en busca de ella. Ya que la información que teníamos era una prueba de seguridad —le respondo.
—Hablando de Keyla, Catalina, necesito un favor tuyo. —le digo y ella me ve expectante.
—Como supongo te comentó Clyde, la UAC está investigando las acusaciones de Keyla hacia nosotros. Mi jefe, el agente Jason Gideon, no sé si sabes ¿Quién es?
