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Al cerrar la puerta soltó un suspiro y nuevamente el rojo de sus mejillas lo invadió en todo su rostro – Cálmate Takemichi- no pensó en verlos en frete de él y menos sin ropa. La primera interacción que tuvo el villano en la novela fue a mitad de esta misma, y en su primera vida fue cuando lo estaban torturando, su cuerpo templo tan solo de pensar en ello, como actuaría ahora con ellos, bueno más que todo sería con los dos hermanos, ya que, con Senju nunca la conoció, así como en la historia ella murió salvando a Hinata. - Es una lástima, ya que se nota que es una chica muy extrovertida, tal vez lo hizo ya que la protagonista le salvo la vida y como agradecimiento le ofreció su vida - negó con la cabeza - No, debe de haber gato encerrado en todo esto, o tal vez, solo soy yo creando mis teorías respecto a todo esto - sin más se dio la vuelta y se dirigió a la cama recostándose boca arriba, de un momento a otro había quedado completamente dormido. 

-

Al salir del baño, las serpientes lo observaron. 

- Hay que despertarlo- dijo Takeomi

¿Qué?, pero se ve tan adorable durmiendo- dijo Senju mientras se subía a la cama y se recostaba al lado del azabache. 

-Tenemos que hacerlo para aclarar las cosas- 

Senju con un puchero se sentó rápidamente, observando a Takemichi, no pudo evitar en pensar que se veía tan adorable, llevo ambas manos a la mejilla del chico y de un momento a otro se las jalo para pellizcarlas. Dicho acto y dolor hizo que el azabache se levantara rápido, poso sus manos en ambos cachetes para sobarse dicha zona. - ¿Por qué lo hiciste? - dijo con lágrimas en los ojos. Senju al verlo con las mejillas hinchadas en un tono rojizo y con sus ojos pequeños donde de ellos estaban cayendo lágrimas, sintió como su corazón empezaba a latir, pues no era la única ya que su hermano Sanzu también estaba empezando a sentir lo mismo.

Takemichi no se percató de las expresiones que pusieron los dos hermanos menores ya que estaba ocupado en sobarse las mejillas, el primero en reaccionar fue Sanzu, se sentó a la par del azabache, levanto ambas manos para quitar suavemente las manos del contrario. Ante esta acción Takemichi se sorprendió, ya que lo poco que leyó y vivió, Sanzu era alguien callado, no le mostraba ningún interés a nadie que no fuera Manjiro o Hinata, a pesar de que mostrara esa actitud tranquila era todo lo contrario, ya que era alguien manipular. - Tengo que tener cuidado con él- 

- Déjame acariciarte- 

Ante tal pregunta, el azabache no pudo evitar estar asustado - ¿si le digo de no, me matará ahora mismo?, ¿qué pasa si le digo que sí?, ¿será que mi tortura va a empezar antes de que comience la academia? - salió de sus pensamientos al sentir unas cálidas manos acariciar lentamente sus cachetes, como si fuera la joya más preciosa que esas manos hayan tocado. Su mirada poso en el rostro de la creatura, observo como esa intensa mirada azulina brillaba solo para él, con esas intensas pupilas dilatadas, teniendo una expresión relajada y feliz. Era la misma mirada que le hacía a la protagonista, sintió como su estómago se revolvió dentro de él, tenía ganas de vomitar, quería alejarse lo más pronto, no quería seguir sintiendo su tacto, le daba miedo, le aterraba, recordando como esas mismas manos sostenían esa Katana, con esa misma donde le dejaba cortes profundos en todo su cuerpo. 

Antes de alejarse una tos llamo su atención, al dirigir su mirada a dicho lugar se encontró con la mirada de Takeomi. El mayor al ver que el azabache le prestaba atención sonrió - Bueno...  Sanzu, podrías dejar tu cortejo para después, ahora tenemos que hablar con el chico- aun con su sonrisa burlona, señalo con un dedo su mejilla. 

Takemichi al entender esa señal, alejo de un manotazo las manos de la serpiente, al obsérvalo pudo ver que tenía una mirada triste, esos ojos que le transmitía la angustia, teniendo un tono más opaco. Él azabache se sentía mal por su actuar, sabia por la novela que un rechazo hacía un cortejo de una creatura lo llevaba a la muerte, pero que podía hacer, aún recordaba esa sonrisa tétrica que le hacía Sanzu cada vez que lo torturaba en ese calabozo apestoso, claro que le tenía miedo. Pero todos esos pensamientos fueron borrados rápidamente al ver el chico frente a él estaba llorando, su corazón de pollo se estrujo al verlo tan vulnerable, rápidamente poso sus manos en mejilla del contrario, para acunarlo y secarle las lágrimas con su dedo pulgar - No llores ¿sí? - recibió un asentamiento del contrarió. Él azabache se mordió la lengua, era algo estúpido lo que iba a decir, pero era la única manera de calmarlo, a fin de cuentas, cuando conozca a la protagonista se iba a olvidar del cortejo que le estaba haciendo, lo observo con una mirada muy dulce - Acepto tu cortejo- 

Ante dichas palabras la creatura se puso tan contento, sus ojos se abrieron y se iluminaron nuevamente para observarlo solo a él. 

Takemichi sabía muy bien que esa mirada era solamente dirigida para la protagonista, primero; iba a salir de ese trauma que tuvo que soportar en el calabozo, segundo; si se tenía que encontrar con los del Harem restantes no les tenía que tener miedo, tercero; tenía que tener un plan B para poder mantenerse por si las cosas llegaran a tomar el rumbo de la novela y alejarse de ese reino. cuarto; vivir muchos, muchos años, vivir una vida humilde con la mujer que amara en un futuro y sus hijos. 

Alejo suavemente sus manos de la cara de Sanzu para observar a Takeomi - ¿De que querían hablar conmigo? -  

En ese momento el mayor salió del trance, jamás de lo jamases hubiera pensado que su hermano estuviera cortejando a alguien y más si era de la nobleza. - Es sobre nuestra decisión, queremos quedarnos- él mayor observo como la expresión del azabache cambiaba a una de confusión - Tu rompiste los pergaminos, o al menos, ¿sabes para que sirven? - Tekemichi negó con la cabeza, mientras que el mayor dio un suspiro - Esos pergaminos son para que no desobedezcamos ninguna orden tuya, esos pergaminos nos atan a ti, para que cualquier orden que nos des la cumplamos al pie- 

Ante lo dicho él azabache hizo una mueca, no le gustaba hacer - Yo no soy esa clase de persona, es algo horrible vivir de ese modo- dijo. 

Takeomi solo rio ante lo dicho - Pues por eso, ya que nos diste la libertad, nosotros elegimos quedarnos a tu lado

Ante lo dicho, no pudo evitar abrir sus ojos como plato -Esto es imposible, solo por un paseo que decide tomar en la noche, se supone que ellos deben encontrarse con los demás, no conmigo- 

- ¿Entonces?, ¿qué dices? -

Bueno, sí estaban departe de él, significa que su tiempo de vida y de organizar un plan para poder escapar podría salir bien, un casi diez de noventa. - Esta bien, pueden quedarse conmigo, las cuidare muy bien- dedicando una sonrisa cálida. 

Senju empezó a saltar en la gran cama, estaba tan feliz de que los tres no fueran separados nuevamente. 

Ante el actuar de la chica los tres hombres no pudieron evitar en reír. 

-Es hora de descansar, tendré que presentárselos a mi madre mañana- 

-Me parece bien- dijo Takeomi 

-pero ¿en dónde dormiremos nosotros? - dijo Senju que había dejado de saltar en la cama, posicionándose en frente del azabache. 

- pueden quedarse en mi cama, como pueden ver es demasiado grande, y si dormimos los tres quedara espació de sobra- 

Ante lo dicho, Senju rápidamente se acostó, Takeomi se quedó al lado de la orilla de la cama, teniendo a Senju a su lado. Antes de acostarse sintió como era abrazado por la cintura. -Déjame dormir a tu lado- Sanzu estaba tan cerca de su rostro. 

Takemichi le regalo una sonrisa, seguido de un asentamiento con su cabeza - Esta bien, duerme a mi lado


HISTORIA MAL CONTADA (ALL X TAKEMICHI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora