Suguru Geto fue obligado por su mejor amigo, Satoru Gojo a salir de su nido de tristeza y culpa para caminar por las calles abarrotadas de Tokio a buscar ingredientes para cocinar. Cuando Satoru le preguntó que quería comer, Suguru respondió con pereza que un ramen cualquiera.
Tras eso Satoru decidió que haría estofado de res con verduras porque era mas nutritivo. Antes de salir de los cuartos de la preparatoria vio un tutorial en internet, escribió los ingredientes y salieron a comprarlos.
Geto se sentía como una criatura de las sombras castigada con caminar a la luz del día, sus pasos eran aflojerados, de saber que afuera hacía calor hubiera tomado una sombrilla.
- Incluso un vampiro caminaría con más ánimos que tú- le recrimino Satoru, como lo envidiaba. El desgraciado era albino e iba por la vida sin una gota de protector solar.
- Callate, más tarde seré yo quien deba untarte cremas porque nunca te pones bloqueador solar y se te pone roja la cara- se quejó Suguru torciendo los ojos.
- Mi relación con el ha terminado, ahora mi infinito repele hasta los rayos UV...más o menos- respondió Satoru alzando los hombros.
Mientras Suguru arrastraba los pies, Satoru caminaba animado. En algún momento Suguru alargó la mano tomando de la muñeca a Satoru para evitar que lo dejará solo.
Gojo miro la unión de sus manos pero ni se inmuto. El contacto físico con Geto no le desagrada. De hecho Suguru Geto era de las pocas personas de las que no sentía rechazo a ser tocado. Incluso por su mejor amigo podía desactivar su infinito y dejar que los condenados rayos del sol hicieran mierda su delicada piel.
Después de caminar entre el mar de gente y soportar a Geto murmurando cosas como "asquerosos monos" mientras evitaba en lo mayormente posible tocar a la gente, llegaron a un konbini.
Satoru tomó una canastita y recorrieron los pasillos tomando la carne que necesitaban, verduras y especias que necesitaría su obra culinaria. Como las neveras de ambos estaban vacías también compraron otros suministros que hacían falta en sus habitaciones, entre ellos los dulces de Satoru.La canastita destinada a guardar pocas cosas termino totalmente llena. Fue así como Gojo termino pagando la cuenta porque mas de la mitad de las cosas eran suyas.
- Te pago mi parte llegando al cuarto- dijo Geto abriendo una lata de té negro helado.
- Bah, ¡nos ha salido muy barata la compra!- respondió alegre Satoru bebiendose una bebida endemoniadamente dulce a opinión de Suguru.Suguru hizo una mueca ante la respuesta de Satoru, malditos ricos.
-Acabas de gastar 8,000 yenes en un konbini- refuto torciendo los ojos. Gojo alzo los hombros desinteresado.
- No importa, es un pequeño gasto para mí- alardeo - ¡además, mi intervención en tu episodio depresivo incluye tenerte nutrido pero también hacer feliz a tu corazón con golosinas!
Suguru quería romper en risas. Era adorable que Satoru quisiera subirle el ánimo con cosas que al mismo albino le gustaban. Pero no hacia de menos su esfuerzo, se sentía decaído aún pero salir a caminar lo hizo despejarse un poco.
Pero su opinión sobre los no hechiceros no cambio, sin embargo, las palabras que dijo hace poco Satoru le hacían eco:
"...son muy estúpidos y no pueden cuidarse solos. Nosotros somos los más fuertes debemos protegerlos aunque sean idiotas"Si, estas personas eran estúpidas y tenían que ser protegidas de las maldiciones que su misma estupidez causaba, sin embargo, no soportaba que las vidas de sus colegas y amigos eran las que se perdían en pos de aquella misión.
Satoru cargaba parte de las bolsas de la compra y se giro a ver a Suguru que analizaba a cada persona a su alrededor. La mueca de asco en su rostro era muy evidente pero no le disgustaba. Él mismo no era muy empático con las personas, solo cumplía lo que se supone esta destinado a hacer; ser el mas fuerte y mantener las maldiciones a raya.
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Emerger De Las Profundidades
FanfictionSatoru Gojo toma la tarea de ayudar a Geto a salir de la profunda depresión que la muerte de Riko le ha causado, en el proceso descubrirán los sentimientos que ambos guardan por el otro pero ¿es el amor suficiente para enfrentar las pruebas que tend...