Emerger De Las Profundidades

Paso 9: Consigue un trabajo que te guste

Suguru Geto no quiso creer que necesitaba la terapia, comenzó a creer que estaba mejorando cuando un día se encontró teniendo otra crisis y fue de inmediato a escribir todo en el diario de terapia que llevaba.
De inmediato agendo cita con su terapeuta para hablar la situación.

Satoru se sintió muy extrañado por este cambió, durante el verano donde Riko falleció, Suguru solía contarle todo lo que le aquejaba por las noches antes de dormir. Curiosamente, su novio poco a poco dejo de hacerlo. Ya no hablaba mucho sobre aquellos temas que le pesaban con Gojo, no es que hubieran perdido comunicación solo...ya no le contaba mucho sus problemas, o le contaba cuando ya había solucionado las cosas y se sentía mucho mejor.

¿Ya no le servía?, ¿Había dicho algo mal?

Un día, abordo a Suguru y lo interrogó.

- He notado que ya no me cuentas las cosas que te incomodan como antes, ¿Qué pasa? ¿Tan malos consejos doy?- preguntó Satoru, en medio de una pequeña sesión de mimos que le estaba dando Suguru. Su novio soltó una risita agradable y le beso la cabeza.

- No es eso. Mi terapeuta me hizo ver que aunque puedo contarte todo lo que desee, no es tu responsabilidad cargar conmigo. Eres mi novio Satoru, pero no necesitas sentir que debes resolver mi vida, no es sano ni para ti, ni para mi- explicó Geto amable mientras pasaba sus manos por la espalda del albino, quien solo usaba una camisa gris cómoda.
Satoru hizo un puchero ante la respuesta, ¿Cómo demonios no iba a ayudar? Era su novio.

- Eres mi novio, el amor de mi vida, ¿Por qué no te ayudaría?-

- Admito que sin tu apoyo seguramente no habría logrado conservar mi vida después de lo de la aldea. Aún así, antes de eso, tuve un comportamiento muy dependiente a ti. Lloraba si no volvías pronto Satoru, eso no era normal. Se que estaba deprimido y en un mal momento, pero no debías llevar toda la carga de mis emociones- Geto tomó el rostro de Satoru entre sus manos dejando suaves besos por su rostro para terminar picoteando sus labios. Se sentía infinitamente agradecido por tener el cariño y apoyo de su pareja en todo lo que deseaba, sin Satoru, no quiere saber hasta donde hubiera caído.
- Te amo, gracias por todo tu apoyo. Estoy mejorando Satoru, ya no necesitas estar en alerta- dijo Geto dedicándole una sonrisa amable, fresca, alegre.

La sonrisa habitual que él conocía en Suguru, no sabía que demonios hacia la psicóloga de su novio. Pero estaba funcionando de maravilla,  amaba a Suguru, lo iba a cuidar siempre que pudiera, pero...saber que su novio ya no era un fino cristal que en cualquier momento podría explotar hacía que su corazón se sintiera ligero.

Las miles de partes en las que Suguru había sido partido en el verano, comenzaban a unirse solas.

El Suguru que él tanto amaba, estaba volviendo

- Aún así, siempre que estés en el agujero voy a hacerte compañía hasta que salgas ¿si? No estas solo- expreso Gojo capturando los labios de su novio, se quedaron un largo rato besándose hasta que Satoru cayó dormido. El albino había llegado de una misión y después de comer y una ducha quiso quedarse dormido con su Suguru.
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Un año después, Satoru, Shoko y Suguru finalmente se graduaban de la preparatoria de hechicería.
Para la ceremonia habían ido sus amigos cercanos y también sus adorables hijos adoptivos.

Nanako y Mimiko se negaban a soltar a Geto, estaban eufóricas por la graduación de este.

Megumi había sido obligado a ir por Gojo, quería que el chico comenzará a familiarizarse con la escuela. Megumi hizo una mueca y se cruzo de brazos.

Era una tontería porque él mismo jugaba en los patios de la escuela antes de que se mudaran. Ya conocía gran parte de la escuela de hechicería de pies a cabeza. Pero Gojo amaba eso de jugar al tutor ejemplar.