Emerger De Las Profundidades

Paso 3: ¿Me besaste?

Satoru Gojo estuvo lo suficientemente despierto para sentir cuando los labios de Suguru se posaron en su frente.

El suave beso le espanto todo rastro de sueño, sin embargo no debía dejar que nadie se diera cuenta...

Su mejor amigo le acaba de besar la frente, ¿qué debe hacer ahora?

¿Abrir los ojos y crear el momento mas incómodo de sus vidas?

¿Devolverle el gesto y fingir que no esta luchando porque no le lata el corazón con fuerza?

La opción mas sencilla es sin duda hacerse el loco.
Así que eligió esta, trato de hacer como si nada, fingió seguir dormido mientras su corazón iba a mil por minuto.

Suguru y él al parecer tenían esa clase de sentimientos el uno por el otro, pero tal parece que ambos han sido muy tontos para darse cuenta.

¿Ahora como se supone que manejen la situación? ¿Qué demonios debería hacer?

Se quedo pensando y pensando varios minutos y el olor intenso de Suguru rodeándole no le calmaba. No había sido consiente de sus sentimientos hasta ese beso...¡es decir! Claro que considera a Suguru Geto su mejor amigo, su alma gemela, media naranja y todas esas cosas pero nunca quiso indagar en su sentir. En algún punto de su amistad se les hizo normal acostarse en la misma cama, buscarse las manos cuando estaban haciendo nada, abrazarse y ser horriblemente pegajosos pero Satoru realmente nunca pensó que pudieran pensar en algo mas que su bonita amistad.

No era lo que el resto de los amigos varones hacían entre si, claro, aun así Satoru adoraba tener esa cercanía a Suguru. Desde el momento que comenzaron a llevarse bien, Satoru fue consiente de que percibía muy guapo a Suguru.
No le gustaban los hombres según él, pero Suguru olía delicioso, le gustaba mucho su aroma corporal y que se le quedará pegado a la ropa, le parecía muy guapo y no tenia problema alguno con abrazarlo, acurrucarsele y solo estar muy juntos.
Sin embargo...ahora que lo pensaba ¿Qué opinaba Suguru de todo esto?. Las manos le temblaban ligeramente mientras abrazaba a Suguru. Este ya se había dormido. Seria fácil levantarse y hablar las cosas, de no ser porque Shoko estaba ahí también...

Debería esperar a que estuvieran solos de nuevo mañana.

~~

Los tres amigos se quedaron dormidos en la pequeña cama de Geto el resto de la noche. Al despertar Shoko se estiro, estaba entumida pero ahora solo estaban ella y Satoru en la cama.

Se frotó los ojos levantándose perezosa a buscar a Suguru.
Lo encontró en la cocina haciendo desayuno.

- Buenos días- saludo Shoko sorprendiendo a su amigo.

Suguru giro su cuerpo para mirarla y se rio al verla con el corto cabello alborotado.

- Parece que dormiste bien, pronto estará el desayuno, deja que Satoru siga durmiendo - saludo usando su usual sonrisa amable.

- Amaneciste de mejor humor, los esfuerzos de Gojo dan frutos- dijo alegre estirándose. - Voy a mi cuarto a lavarme los dientes y cambiarme, seguro apesto. Vuelvo en seguida.
Dijo la chica encaminándose a la puerta después de beberse un vaso de agua para quitarse la sensación pastosa de la boca.

Poco después Satoru salio de la cama arrastrando los pies, con el cabello albino revuelto y los ojos aun cubiertos de lagañas.

- Buenos días- saludo dejando su cansada existencia caer en el sillón. Cualquiera pensaría que se veía desastroso recién levantado. Pero para Geto le parecía la vista mas adorable de la mañana.

Mas bien, había demasiado de Satoru que a Suguru le derretía el corazón de ternura.

- ¿Quieres que te preste ropa para que te bañes?- un gruñido suave fue la respuesta de Satoru, señal de que aceptaba su oferta. - Bien, entonces toma lo que gustes-