Emerger De Las Profundidades

Paso 5: Pasar tiempo con amigos

Agosto 2007

Ha pasado un año desde que Geto y Gojo comenzaron su relación.

En todo este tiempo la salud mental de Geto ha tenido altas y bajas, normalmente estaba muy bien. A pesar de que casi a la semana de besar por primera vez a Satoru lo arrastraron de vuelta a clases.

Al principio, una ingenua parte de Geto creía que volverían los días de siempre donde hacían misiones de vez en cuando, iban a clase y perdían el tiempo después.

No fue así.

Satoru había perfeccionado sus técnicas y finalmente era el hechicero mas poderoso de su época. El problema fue que para los altos mandos, era como si Satoru de pronto se volviera una máquina de matar maldiciones.
Lo enviaban a misiones en las que tardaba hasta semanas en volver a Tokio.

Geto había aprendido a hacer meditación, estudiar mas cosas además de hechicería y pasar mucho tiempo con Shoko, todo con tal de no sentirse solo y mantener la mente ocupada, recién comenzaban su relación, estaban muy enamorados sin embargo, ya tenia que separarse a menudo de su novio. Había días en que simplemente no tenía ánimos de nada, sin Satoru alrededor su ánimo decaía mucho.

Suguru dio vueltas en la cama de su novio, olisqueando su almohada y vistiendo una camisa de Gojo , necesitaba sentir la presencia de su pareja. Pasaba largos minutos imaginando que Satoru estaba a su lado avrazandole y pasándole los dedos por el cabello hasta que caía dormido.
Odiaría admitir que en realidad él se tenia que acariciar a si mismo el cabello, e imaginar que era obra de Satoru.

- No puedo seguir así. No debo depender de Satoru- se regaño a si mismo, pero era muy difícil. Satoru y él eran los mas fuertes, ¿entonces por qué solo enviaban a Satoru?

Ah cierto, exigió no ser enviado a misiones...

- Maldita sea, estoy muerto se aburrimiento- suspiro y se hizo un ovillo en la cama de su novio.

Al mes Suguru habló con Yaga y le dijo que volvería a tomar misiones.
Estas no se hicieron esperar y pronto ya tenía que atender sus deberes como hechicero nuevamente.

Cuando volvió a ingerir una maldición después de mucho tiempo vomitó. Se acostumbro a lo bueno muy pronto y cuando se vio obligado a volver a su horrible rutina no pudo evitar regresar todo su almuerzo mezclado con bilis. Su estómago quedo vacío junto al extraño pitido en su cerebro que no le permitía pensar o sentir nada.

Era asqueroso, repugnante e incluso asfixiante, ¿por qué tuvo que tener un ritual tan mierda?
Cuando salió del oscuro callejón pateo una roca y del bolsillo saco un caramelo, se lo había robado a Satoru sabiendo que cada que tenia una misión había una alta probabilidad que que tuviera que consumir una maldición. 

Al menos el dulce menguaba el mal sabor de boca. Sus pies se dirigieron de vuelta al colegio de hechicería, a los dormitorios y posteriormente a  caer en los brazos de Satoru.

Su novio estaba hoy en casa (los dormitorios de la escuela). El albino se encontraba en su cama leyendo, cuando escucho la puerta y vio a Geto se preocupo pues esa mueca a este punto ya la conocía muy bien.

Estaba harto.

- Ven aquí- dijo Gojo abriendo los brazos y recibiendo en seguida a su amado en su abrazo. Le soltó el cabello acariciándole este con mimo.
- Esta bien...esta todo bien cariño-

Lo que salió de la boca de Suguru fue un sollozo, volver a la misma mierda de siempre le parecía horrible, no dejaba de pensar en que los no hechiceros le darían problemas hasta que muriese.

No dejaba de pensar en que hay gente que esta dispuesta a matar hechiceros cuando ellos arriesgan la vida por proteger a personas que ni conocen su lucha.