the school of extraordinary lovers| l.s

Chapter 16

Harry salpica un poco de agua fría en su rostro y bebe un sorbo con las manos en forma de cuenco. Da un tirón sin sentido a las solapas de su chaqueta, endereza la espalda y sale del baño. Intercambia saludos con los invitados en el vestíbulo, aquellos que lo reconocen por su actuación. Ve a Louis junto a la salida del salón. El resto de su clase y Jude ya se han ido.

"Oye", dice Harry. "¿Todos se fueron ya?"

"Así es. Le dije a Jude que no te sentías bien y que te vigilaría."

Las cejas de Harry se fruncen. "Me siento bien."

"Lo sé", dice Louis lentamente. "Inventé una excusa para que pudiéramos ir a otro lugar. Sin ofender a nuestra encantadora clase, pero realmente no quiero pasar el resto de la noche hablando de ese chelista o del clima o lo que sea."

"El chelista era muy bueno", dice Harry. Un chico de alguna parte de América. Cautivó a todos, incluso a Louis, ya sea que quiera hablar de ello o no.

Louis le dedica una mirada. "Quiero salir de aquí."

"Está bien", dice Harry. "Bueno, podría comer."

Louis mete las manos en los bolsillos. "Te debía una cena", dice.

Harry está confundido por un momento antes de recordar su conversación en el teatro. "Eso fue antes, cuando éramos... ya sabes."

Dándose placer mutuamente. Follando como conejos. Siendo idiotas.

"Es cierto", dice Louis. "Todavía te la debo."

Harry piensa que es probable que esté sonrojándose. No hace ni demasiado calor ni demasiado frío en el vestíbulo y no hay otra excusa para que la sangre le suba a los pómulos. "Está bien", dice con frialdad. "Si insistes."

"Lo hago", dice Louis, sacando su estuche de cigarrillos del bolsillo y dirigiéndose hacia la puerta. Se mete un cigarrillo entre los labios y lo enciende en el instante en que salen.

"¿Estás seguro de que estás bien, eh?" pregunta Harry.

Louis exhala el humo hacia arriba. "Mucho mejor ahora", dice. "Lo hiciste bien esta noche."

Se siente como un cambio de tema, pero Harry es demasiado aficionado a los cumplidos como para no permitirlo. "Tú también", dice. "Como siempre."

"¿Cómo está tu nuevo sobrino?" pregunta Louis.

Harry sonríe. "Es perfecto. ¿Quieres ver fotos?" pregunta, sacando su teléfono para mostrárselo de todos modos. "Ese es Oliver. Gemma está obsesionada con él. Todos lo estamos."

Louis acepta el teléfono de Harry y lo pasa por varias fotos mientras caminan. "Hubo un anuncio en el periódico cuando nació. Es lindo. Dile a Gemma que le dije enhorabuena."

"Lo haré", dice Harry, guardando su teléfono.

"¿Cómo es este lugar aquí?" pregunta Louis, deteniéndose junto a las puertas de un concurrido restaurante japonés. El interior es rosa y mullido con acentos de oro art déco.

Gigantes lámparas de papel blancas en forma de peces koi están suspendidas en el aire, cuerpos brillantes arqueados y curvados a medio nadar. "Juro que he visto esto en algún programa de cocina."

"Tiene algunas estrellas Michelin", dice Harry, leyendo un artículo pegado en la puerta. Frunce el ceño al ver una foto destacada. "Creo que esa es Rihanna."

Louis se ríe, arrojando su cigarrillo al suelo y aplastándolo. "Creo que eso es una sólida recomendación", dice, sosteniendo la puerta para que Harry pase. Dentro, Louis se dirige al anfitrión, asumiendo una postura y elegancia que todos los sangre pura, especialmente aquellos de noble cuna, poseen. El anfitrión está inmediatamente atento, endereza la espina dorsal e inclina la oreja para captar cada palabra de Louis. Asiente y luego se apresura.