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Max

El cuerpo de Sergio me recibe estrujando mi pene entre sus calientes paredes, lo escucho gemir mi nombre y eso incrementa la pasión del momento. Sabe que nos pueden escuchar y aquí estamos en el salón de álgebra arriesgando todo por la atracción que sentimos.

-Mierda, Max! Si!- Su voz hace que mis caderas se muevan más rápido, buscando con desesperacion la liberación.
-Shhh- Mi mano se aferra a su cuello y siento como sus paredes se contraen, estamos cerca.

-Mhh, si joder!- Las paredes de Sergio se contraen, presionando mi pene, logrando que yo también me corra.

Mi cuerpo cae sobre el de el y deposito besos en su cuello. No me importa dejar una marca allí para que los demás vean que Sergio tiene un dueño.

-Maxie- Sergio se remueve debajo de mi pero estoy demasiado cómodo para moverme aun. Sigo dentro de él y a el parece no importarle.
-Es que te sientes tan bien.- El solo suelta una pequeña risa, salgo de el y me retiro el condon, tirándolo en el cesto de basura, no me importa que alguien lo vea. Sergio se limpia un poco pero el guarda su basura en la mochila que yace en el piso.

Se sube sus pantalones de mezclilla rasgados y se acomoda su playera. Jamas me a gustado que use imitaciones, si no las puedes pagar pues usar una playera del super, pero intentar aparentar algo que no es esta de mas. Cuando esta presentable veo el chupeton que le deje en el cuello, una pequeña victoria.

-Que harás esta noche?- Me pregunta, mientras se acerca y sus manos se posan en mi cuello, por inercia aferro mis manos a su delicada cintura.
-Estudiar.- el solo ríe, pues sabe que miento.
-Podrias venir conmigo, tengo una cena con mis padres y me gustaría presentártelos.- Me alejo de el de golpe, pues creí que ambos teníamos claro que lo nuestro es solo sexo.

Sergio es inferior a mi en mil sentidos, el primero y mas importante un Verstappen no puede estar con un Mendoza., mi padre me repudiaría, odia con su vida a Sergio. Su situación económica es nula. Sergio es un becado, jamas podría tener algo serio con el.

-No, creí que teníamos claro que era esto Sergio.- Lo veo removerse molesto, sus ojos lo dicen todo sin necesidad de palabras.
-Me comienzan a cansar tus rechazos Max.- Lo veo colocarse su chaqueta y tomar su mochila, antes de poder salir lo tomo de la mano bruscamente.
-No me amenaces Sergio, serás quien mas pierda.- El se libera de mi agarre y me mira con desdén.
-Como sea, invitare a alguien mas, total hombres son los que me sobran.- Me sonríe y sale del salon.

Un acido sube por mi estomago al imaginarlo de esta manera con alguien mas. Salgo dispuesto a pelear con el, pues no puede hacer esto con nadie mas. Muchas miradas se clavan en mi, pero saben que no pueden meterse con el hijo del director. Veo a Sergio entrar al aula y decido seguirlo.

Sergio siempre se sienta a mi lado en Química, pero esta vez está sentando con el idiota de Carlos Sainz. Veo como le sonríe coqueto y Sainz se lo come con la mirada.

Maldita sea! Porque no puede pertenecer a mi misma clase social! Tomo asiento en la ultima silla y todo el maldito tiempo Sergio es risa y risa con ese madrileño.

Mi límite llega cuando Sergio toma el brazo de Sainz y se acerca demasiado a el, susurrándole Dios sabra que. Tomo mi mochila y salgo furioso del aula, escucho los reproches del maestro pero me vale mierda.

Salgo del la universidad y me recargo a fumar un cigarrillo en el Ferrari que me regalaron por mis 18 años. Veo como Lando Norris se acerca a mi, pavoneándose como si me fuera a fijar en el, patético.

-Hola Maxie- Odio que me llamen asi, solo a Sergio se lo permito. Se coloca frente a mi, y libero el humo del cigarillo en su cara, causando que este se ahogue. Una sonrisa se forma en mis labios al verlo toser.

One Shoots Chestappen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora