One Shoots Chestappen.

sweet love

A Max se le ocurrieron muchísimos motivos que hacían muy inconveniente besar a Sergio Pérez, siendo el número uno que «deseaba» besarlo....

Estaba perdido. Había algo tan conmovedor en la forma como el lo miraba, como si se fuera a morir si no lo besaba. No de pena, ni de vergüenza, era casi como si necesitara de él para nutrirse, para alimentarse el alma, para llenar su corazón.

Lo hizo desearlo con una intensidad que casi le hizo flaquear las rodillas.

Lo miró, y no vio a el joven que había visto tantas veces antes. Estaba diferente. Resplandecía. Era un dios. Entonces pensó cómo demonios nadie se había fijado en eso antes.

Sergio reía tan suavemente con Yuki, quien se sostenía de Pierre mientras Sergio se ahogaba de risa.

Max los observaba de lejos, sentado con su grupo de amigos.

Por un momento sus ojos se conectaron, y Max amo el sonrojo qué invadió el rostro de Sergio.

-Deja de mirarlo tanto Max. Pareces acosador- Daniel se burlaba de el, pero es que como podría despegar los ojos de aquel pelinegro.

-Es que solo miralo! Es precioso. - Daniel intento voltear a ver al lugar donde el mexicano reía, pero fue detenido por la mano de Max.

-Tu dijiste miralo! - Max presionaba la quijada de Daniel con fuerza.

-Metafóricamente! No quiero que lo veas.! - Daniel soltaba una carcajada que consigue la atención de todo el comedor.

Max pudo notar qué su cara se calentaba, y justo Sergio venía pasando.

El pequeño Sergio movió su mano en dirección a Max y este respondió de igual manera.

Eran mejores amigos, lo fueron desde que ambos niños estaban en el vientre de sus madres. Todos esperaban qué en algún punto de sus vidas estos jóvenes se volvieran uno.

Pero había un inconveniente en las cosas del destino. Sergio salía con aquel capitán del equipo de Fútbol. Lewis Hamilton, a quien Max denominaba como Coca colá, ya que Lewis amaba vestir de rojo y Max decía que parecía una coca colá.

-El rojo no es un color fácil de usar.- Daniel se reía de la mirada de Max sobre la pareja.

Sergio confundido por lo que sentía por aquel rubio ojos azules, decidido iniciar a salir con Lewis, para el su amistad con Max era más importante que un sentimiento no correspondido?

La cuestión era, que tiempo tenia que pasar para que la cortina de sus ojos cayera? Max tenia todo el tiempo del mundo.

Decidido a no dejarse ganar en la lucha por el corazón de Sergio, tomo sus cosas y camino directo al salón de música.

Le escribirá una canción, una canción que dijera todo lo que no podia.

Max paso más de 4 horas en el salón de música, sus amigos más cercanos llegaron para ayudarlo.

Bueno no exactamente para ayudarlo, ellos no querían entrar a sus clases.

Cada uno tenia un instrumento para el qué eran buenos. Max era bueno con la guitarra, Lando con la batería y Daniel con el bajo.

Max mordía su labio y entre ratos el lápiz en su mano. La libreta qué correspondía a matemáticas ahora estaba llena de letras y acordes.

Lando y Daniel fueron por unos Redbulls, parecía que estarían allí por lo que resta del día.

Debo mencionar qué a los 3 alumnos los rechazaron del grupo de música porque no eran buenos, pero quien es esta autora para matar sus ilusiones?

Max seguía concentrado en su única tarea, plasmar todos sus sentimientos en esa hoja.