El domingo había llegado demasiado rapido para desgracia de Jieun, veía a todos moviéndose de aquí para allá para cerciorarse de que todo estaba quedando bien, tal y como lo quería su padre. Porque si... ella no había dado opinión al respecto, Jungkook y su padre se habían encargado de todo.
—¿Lista preciosa? —Eyol era la más emocionada, desde que había conocido a Jungkook no dejó de decir lo apuesto que era y que ella era muy afortunada por casarse con alguien tan atractivo.
Jieun evito poner los ojos en blanco, su amiga no borraba la sonrisa de su cafa como si ella fuera la que se casaría, se miró al espejo y suspiró una última vez, no contó las veces que lo hizo desde la mañana.
Se levantó temprano para ver todo los cambios que le hacían a su hogar, la ceremonia se haría en su casa, por orden de su padre, aunque no lo pensó mucho estuvo de acuerdo, ni loca se casaría por la iglesia con ese hombre al cual no amaba.
Su vestido era precioso, jamás se imaginó verse de blanco tan temprano, nisiquiera había tenido un novio o dado su primer beso y ya estaba a punto de casarse.
—Es hora amiga —Mina le entrego el ramo el cual tomo con pocas ganas—. Sonríe un poco, es tu boda.
—Parece más un funeral —Eyol la ayudo a ponerse bien la tiara.
Jieun bufo.
—Para mi lo es —Mientras salía con sus amigas se encaminó a la salida donde la esperaba su padre, lo sostuvo del brazo sin ganas.
—Sonríe cariño, todos están mirando.
Jieun sonrió lo más real posible que pudo, lentamente se encaminaron hacia el Altar donde Jungkook la esperaba sonriente, tenía que admitir que se veía muy guapo con su traje hecho a la medida.
—Estás preciosa cariño —La sostuvo y ambos quedaron mirándose uno frente al otro mientras el padre comenzaba a hablar del amor, la lealtad y del compromiso que llevaba un matrimonio.
Cuando llego el momento de dar el si Jungkook no dudo en aceptar con una enorme sonrisa, sin embargo Jieun perdió la voz por un momento, nada salía de su garganta hasta que el padre volvió a hacer la misma pregunta, la chica seguía perdida hasta que sintió que Jungkook le dio un apretón en su brazo para que reaccionara.
—S-si... acepto padre —Nerviosa tomó las manos de Jungkook entre las suyas.
—Finalmente eres toda mía —Jungkook la tomó por la cintura al momento que el padre los declaró marido y mujer y la besó sin darle tiempo a decir algo.
Besaba muy bien, seguro debía ser un experto, pensó, en cambio ella era una niña inexperta, como pudo trato de seguirle el ritmo.
Al momento de separarse los aplausos no se hicieron esperar, la ceremonia había terminado, ahora estaba oficialmente casada.
—Felicidades hija —Su padre se acercó a abrazarla, como pudo le correspondio ya que Jungkook aún la tenía presa en sus brazos.
—No sabía que te casarias tan rápido —Una de sus ex compañeras de universidad se acercó a ella, no se esperaba que estuviera allí.
—Ya vez, las cosas pasan por algo —Dijo nerviosa, la chica miraba a Jungkook como si Jieun no existiera y eso la hizo sentir incomoda.
—Tienes suerte, tu esposo es muy atractivo —Soltó sin pelos en la lengua mientras se comía al susodicho con la mirada.
—El suertudo soy yo —Jungkook beso castamente los labios de Jieun tomándola por sorpresa.
—Emmm... bueno, los dejo —La chica se sintió incomoda y se fue.
—¿Porque hiciste eso? —Preguntó enojada.
—¿Hacer que? —Se hizo el tonto.
—¿Qué más? Besarme —Jieun intento separarse de él pero no pudo, Jungkook la tenía bien agarrada.
—Lo hago porque puedo y quiero, eres mi esposa, mía.
Jieun iba a contestar una grosería en su contra pero su padre se lo impidió llegando diciéndole a Jungkook que necesitaban hablar de algo, Jeon solo asintió y se fueron, no sin antes besar a Jieun aumentando su enojo.
—¡Amiga! —Eyol llego a ella para abrazarla asustandola en el acto.
—Eyol más despacio, la asustas —Mina llegó junto a ellas—. Felicidades amiga, espero que todo vaya bien en tu matrimonio.
—Tienes suerte —Eyol la miró—. Ya quisiera estar casada con ese bombón.
Jieun la miró extrañada, Eyol andaba más suelta de lo normal.
—Espero que pronto llegue el amor.
—Y los hijos —Eyol soltó haciendo que Jieun por poco se ahogara con su propia saliva.
—Respira Jieun —Mina le dio unos cuantos golpes en la espalda.
Cuando finalmente se calmo miró mal a sus amigas ¿como podían decirle eso en un momento tan malo para ella?
—Además vas a pasarlo muy bien esta noche —Eyol le sonrió coqueta.
Jieun las miró sin entender nada.
—No te hagas amiga, la noche de bodas —Susurró Mina con una sonrisa traviesa.
—Dejaras de ser pura —Bromeó Eyol—. Con tremendo bombón yo me entregaba el primer día de conocernos.
Mina le dio un golpe en la frente a Eyol.
—Modera tus palabras —La regaño—. Ahí viene Jungkook —Volteo y miró a su esposo que venía caminando como modelo hacia ella.
—¿Todo bien? —Llego para tomarla por la cintura—. Ya es hora de irnos cariño, despídete de tus amigas.
Jieun seguía sin expresión en su rostro completamente ajena a lo que estaba pasando a su alrededor.
—Nosotras ya nos vamos —Mina tomó del brazo a Eyol—. Nos veremos después de tu luna de miel amiga, nos mantenemos en contacto.
—Disfruta tu noche amiga, no te preocupes por el dolor, es normal —Jieun la miró mal mientras que se iba junto a Mina a lo lejos.
—Vaya, tus amigas si que son divertidas —Volteo a mirar a Jungkook quien le sonreía con diversión.
—No, no es nada —Apartó la mirada sonrojada, Eyol se había pasado de la raya, como pudo decir tal cosa delante de Jungkook.
—No te pongas nerviosa cariño, prometo ser delicado —Se fue hacia adentro dejándola con los ojos bien abiertos.
¡Joder! Jungkook acababa de confirmarle que pasaría algo esa noche. Ahora estaba más nerviosa que antes sin mentir el rojo de sus mejillas.
—¿En qué me haz metido padre?
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Delicate; jjk
Novela JuvenilObligada a casarse con el hombre que acababa de conocer, Jieun se juro odiarle desde entonces, pero no se espero estar enamorándose de él, menos al descubrir el secreto que le estuvo escondiendo desde que se conocieron.