Dos mundos

Presentación

—Les mostraré momentos históricos fundamentales de los dos mundos—. Decreta mientras se paraba en frente de la pantalla.

—¡Historia! —. Dijo con un puchero Kota. Lo que causo la mirada de todos aterrados.

—No se aburrirán—. Contesto con un sonrojo. —¡Iniciaos en 3... 2... 1...! —. Chilla la presentadora con mucha emoción sacando una gota de sudor a todos los presentes por su entusiasmo.

Se podía ver a un hombre tomando una cerveza mientras tenía un cigarrillo en la boca

—Que bueno esta—. Dijo para luego mirar una banca vacía—. Lo que sucedió ese día, hasta ahora, está claro en mi mente. Roger, en sus últimos momentos...

—Era un día bochornoso y muy caluroso como hoy.

Se podía ver el flash back de un niño corriendo

En su camino a la plataforma de ejecución, aunque sus manos estaban esposadas, él las cargó con orgullo.

Se muestra cómo unos soldados escoltan a un hombre esposado, el cual sonríe victorioso al niño.

—¿Qué está pasando?—. Cuestiona curioso Zero.

—¡Es un criminal!—. Grita Lida.

—¡Si! Una leyenda—. Responde contenta la anfitriona.

—Pero lo atraparon—. Agrega decepcionado Tomura con el asentimiento de todo su grupo.

Riqueza, fama, poder...

El hombre que había conquistado todo en este mundo...

Gold Roger.

Caminaba hacia su muerte...

—Riqueza—. Comento Uraraka.

—Fama—. Le sigue Aoyama.

—Poder—. Se mete Twice.

—Lo conquisto todo—. Comento Spiner. —Aun así lo arrestaron.

—¡Muerte!—. Chilla Izuku con la incomodidad de todos sus compañeros.

Se sostuvo alto, como un orgulloso guerrero, voluntad heredada, era del destino y el destino de la gente

Siempre y cuando la gente siga presidiendo el significado de la libertad, ¡esas cosas nunca dejarán de existir!

Ese fue el pensamiento de Roger mientras subía las escaleras del patíbulo.

—No importa el crimen, matarlo no debería ser una opción—. Dice Nina.

—De hecho, es mejor que la prisión—. Contesta mientras hacía una mueca de disgusto. —Se los mostraré más adelante—. Dice para sí misma decidida, ignorando sin esfuerzo a los aspirantes a héroes.

En cuanto a los villanos, secretamente estaban agradecidos que su mundo no fuera más extremista.

—¿Libertad?—. Dice una pequeña Eri mientras se hundía en sus pensamientos.

—¿Cuáles son sus últimas palabras?—. Preguntó el soldado.

—podrías quitármelas—. Respondió para luego mostrar sus brazos esposados—. Me están sofocando.

—¡No puedo hacer eso!—. Afirmó el soldado.

—¿Para qué quería escaparme ahora?—. Pregunta divertido Roger. —Qué más da es algo triste... —. Dice para caminar y sentarse en medio del patíbulo.