defenderse

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Aquí está mi informe; ha pasado un mes, o eso creo desde las pruebas. Ahora estoy sentado en mi "territorio", observando el techo de la guardería, sin pensar en nada más que en el eterno aburrimiento de estar alejado de la tecnología de mi mundo anterior. Apuesto a que esta colmena ni siquiera ha llegado a la Edad Media, aunque tienen un lenguaje, eso ya es algo. Por cierto, mi nueva inquilina thorienne no ha hecho más que dormir desde que llegó. Duerme acurrucada como un gato, lo cual es tierno. Desearía tener una cámara. A veces se levanta y gruñe cuando mis hermanos se acercan un poco, pero aparte de eso, parece que thorienne.exe dejó de funcionar.

—Oye, Belero —preguntó Thorax.

—...

—¡Oye, Belerooo! —volvió a preguntar Thorax.

—Belero.exe dejó de funcionar —dije distraído.

—¿Qué? —preguntó extrañado Thorax.

—¡Nada! ¿Qué es lo que pasa? —pregunté.

—El Maestro Shoba está aquí... —dijo Thorax preocupado.

Inmediatamente, volví hacia el frente, donde el maestro estaba parado, mirándome como si quisiera matarme. "¿Y ahora qué?", pensé mientras ponía cara seria.

—Bonito lugar, niño. ¿Qué tal si me lo das? —dijo mi maestro.

—Ustedes los adultos tienen su propio dormitorio, idiota —dijo Thorienne, que se levantó apenas escuchó las palabras del maestro.

—Así es, pero me gustaría un buen lugar para descansar mientras vigilo a estos insectos —dijo enojado mientras miraba de reojo al resto de mis hermanos.

Yo solo lo miré con desprecio por hacer ruido mientras descansábamos tranquilamente. No me atrevo a decirle nada, ya que no le puedo hacer nada, pero si pudiera, lo mandaría a la Luna.

Nota no canónica: En ese momento, una imponente princesa alicorn de Equestria sintió que le estaban robando el estilo.

—No perderemos este territorio sin pelear —dijo Thorienne enojada.

—Pues pelea será, niña —dijo el maestro igual de enojado.

—¡Bien! ¡Belero, yo te elijo! —dijo thorienne, mirándome con cara arrogante.

—¿Qué? Tú lo retaste, ahora tú lo arreglas —dije confundido y extrañado por la situación.

Thorienne quiere que yo pelee por ella. Es igual que un gato: come, duerme y ahora quiere que yo arregle los problemas en los que se mete.

—Nope, no vale la pena. Solo vámonos —dije frustrado.

—A no quiero meterme, pero si dejamos este lugar, tendremos que luchar para conseguir otro —dijo Thorax asustado.

Rayos, no había pensado en eso. Aunque evitemos esta pelea, tendremos que pelear contra mis hermanos por otro lugar.

—¡Bien! Pero Thorienne, tú también pelearás —dije frustrado.

—Creí que tú pelearías por mí —dijo Thorienne despreocupada.

—Que te deje quedarte en esta esquina no significa que tenga que defenderte —dije enojado.

—Si ya terminaron con su charla, ¿qué tal si empiezan a pelear? —dijo el maestro.

Ya sin forma de evitar esto, me levanté y Thorienne y yo nos acercamos al maestro.

—Síganme —dijo el maestro con algo de emoción.

El maestro se dio la vuelta, y caminamos por el medio de la guardería hacia el lugar de las pruebas de hace tiempo.

Leal a la reina chrysalisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora