Vida como polisones

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Nota: nos adelantamos una buena cantidad de tiempo, pero aún falta mucho para la aparición de los changelings en la serie, empezaré a hacer saltos de tiempo para por fin alcanzar algo de lo que dije en la descripción de esta historia

Nota: ahora estamos en los sucesos de discord

Perspectiva de Diamond Tiara:

Nos hemos metido en un gran lío. Por un momento, creí que podría poner a esas criaturas a mi servicio, pero ahora estamos en su colmena, rodeadas por miles de ellos, todos hostiles. No quiero ni imaginar lo que nos harán si nos atrapan.

Hace dos meses, Thorienne nos liberó del capullo. Sin embargo, no hemos salido de esta maldita cueva llena de agujeros. Ahora dormimos en el dormitorio de Thorienne, que nos trae comida de vez en cuando, aunque la mayoría es... bueno, ¿qué va a saber de comida un monstruo que se alimenta del amor de ponis? Belero, al menos, nos trae algo más decente. Nunca volvimos a ver a Thorax.

—¡Diamond Tiara, logré encenderla! —dijo Silver Spoon, que había conseguido encender una llama usando unas piedras y ramas que trajo Belero.

—¡Genial, ahora podemos ver! —dije, intentando sonar alegre.

Las luces solo se encienden cuando esos monstruos vienen aquí y se apagan cuando se van, dejándonos en casi completa oscuridad. Thorienne trajo algunas luciérnagas en un frasco, pero no iluminan tanto como esta fogata improvisada. Nos sentamos junto a la fogata.

—¿Crees que algún día podamos salir? —preguntó Silver, con la voz temblorosa.

—Je... no lo sé, solo nos queda esperar a que les den una misión fuera de la colmena —respondí, ya sin muchas esperanzas.

El ambiente en la cueva era sofocante, y el constante zumbido de los changelings me llenaba de una desesperación que no podía sacudirme. Cada día, nuestra situación parecía más siniestra. Nos habíamos convertido en prisioneras de un mundo que no entendíamos, dependientes de criaturas que no nos querían aquí.

Belero nos había dicho que no podían salir afuera a menos que les dieran una misión, y si intentáramos escapar por nuestra cuenta, lo más probable es que nos capturaran con la estúpida cantidad de changelings en esta colmena. Era una cárcel sin barrotes, pero una cárcel al fin y al cabo.

La luz de la fogata proyectaba sombras inquietantes en las paredes, reflejando nuestras propias dudas y miedos. La oscuridad de la colmena no era nada comparada con la oscuridad que sentía en mi corazón, una sensación de pérdida y desolación que me envolvía cada vez más.

Nota: estás dos ya me dieron lástima, ¿exageré un poco?...... naaaaa

De repente escuchamos un fuerte zumbido furioso acercándose

—¡Apaga la fogata!— susurré intentando mantener la calma

Rápidamente, silver lanzo tierra sobre la llama de la fogata, apagándola en un parpadeo. Nos quedamos en casi completa oscuridad, usando la poca luz que emitían las luciérnagas entramos en el dormitorio (un agujero en la pared) de Thorienne, se puede escuchar las voces frías y llenas de malicia de esos changelings

—¿Diamond tiara que hacemos?—dijo silver susurrando muy alterada

—¡shh!, tenemos que escondernos de alguna forma—mirando el pequeño espacio que teníamos

Dejamos las luciérnagas a un lado y nos arrastramos debajo de algo de seda que thorienne puso para mantenernos calientes, tratamos de hacernos lo más pequeñas posible, no era perfecto, pero es el único escondite que tenemos

En la entrada del dormitorio se iluminó con los ojos brillantes de los changelings que entraban, buscaban detenidamente cualquier cosa sospechosa

—esa idiota dejo su dormitorio sin protección, me preguntó si tendrá algo interesante aquí, jeje—el changeling habla con una voz maliciosa

Leal a la reina chrysalisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora