Leal a la reina chrysalis

noche de hambre

Unas horas antes de que llegaran las mine six

Perspectiva de thorax:

"Tengo mucha hambre", no entiendo cómo esos dos pueden dormir como si estuvieran cansados, después de todo yo tengo la menor reserva mágica, "tengo tanta hambre que podría..."

Rama rompiéndose*

El sonido de una rama rompiéndose afuera de la ventana, "Eso vino de afuera, quizás...solo un poco...", la zona del pueblo donde nos alojamos por el momento no tiene mucha actividad es posible que ni vecinos tengamos, pero eso es bueno, es mas facil ocultar lo que hacemos mientras estamos aqui

Me levanté de la cama y me acerque a la ventana para ver qué había afuera, y eran una familia de animalitos tiernos un padre una madre y seis bebes

Nota: conejos

Vi a varios de ellos mientras caminabamos hacia este pueblo, pero es la primera vez que veo una familia completa, "es raro que estén aquí a esta hora", intente abrir la ventana, pero para mala suerte mía no se abrio, "seguro esta atorada", no podia dejar que se fueran, sali de la habitacion cuidadosamente para que no se despertaran los demás

Mientras caminaba cuidadosamente, bi a belero que estaba en el sofá y a thorienne en la alfronbra, ambos profundamente dormidos, "estos dos dormilones", al salir camine alrededor de la casa hasta que pude ver a la familia de conejos, pero olvide ponerme un disfras, estaban apunto de uir, pero me transforme en el pony de crin roja y los detuve

—¡Esperen!, no me tengan miedo...—dije incómodo

Los conejos se detuvieron y se hacercaron un poco

—eso es...no tienen ninguna razón para temerme—dije

Les hice señas para que se acercarán a mi, ellos poco a poco parecían confiar más y se acercaban más, la madre conejo se acerco a mi pesuña, es el momento, el momento perfecto...

Clash*

Aplaste un poco al conejo usando mi pezuña para así inmovilizarlo después abrí la boca para absorber el amor...el amor tan puro de una madre acia sus hijos...

Perspectiva narrador:

Los conejos bebés se ocultaban detrás de su padre que también estaba congelado ante la muerte de su pareja a manos de ese pony, mientras thorax saboreaba el amor que absorbió de la madre conejo, el padre conejo y sus crías comenzaron a uir hacia unos arbustos

Thorax, impulsado por un hambre insaciable y una sed voraz de amor, continuó su implacable persecución. El padre conejo, en un acto de valentía desesperada, trató de alejar a Thorax de sus crías, sacrificándose para darles tiempo para escapar. Mientras tanto, los pequeños conejitos, aterrorizados y temblando de miedo, se escondían entre los arbustos, sus corazones latiendo con fuerza en medio del caos que se desataba a su alrededor, mientras miraban a thorax buscandolos con el cuerpo de su padre en una de sus pesuñas.

Thorax, ajeno a la desesperación y el dolor que dejaba a su paso, continuaba su cacería sin pausa. Cada vez que atrapaba a una de las crías, su voracidad se intensificaba, su sed de amor insaciable parecía no tener límites... Absorbía el amor de los conejos que encontraba con una ferocidad despiadada, dejando tras de sí solo conejos muertos.

Mientras la noche avanzaba y las primeras luces del amanecer aparecían en el horizonte, Thorax se detuvo, exhausto pero satisfecho. Había consumido todo el amor que había encontrado, dejando a su paso una familia destrozada y desgarrada por la pérdida. Los pequeños conejitos, ahora muertos, tuvieron que enfrentarse a un mundo cruel y despiadado sin el amor y la protección de sus padres.