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𓏲.⁺˚°｡ En un rincón de los reinos divinos, Sasaki Kojiro y Susano'o No Mikoto caminaban lentamente hacia la presencia de Poseidón.
Una extraña aura los rodeaba, mientras intercambiaban miradas misteriosas entre esos dos.
Poseidón, sentado en su enorme sillón en forma de olas, los observaba con curiosidad, sin comprender del todo la situación.
Los dos dioses llegaron finalmente frente a Poseidón, quien se levantó con precaución, sintiendo una tensión en el aire. - ¿Qué traman ustedes dos? Preguntó, su mirada fría e intensa que ocultaba incomodidad.
Susano'o respondió con seriedad: - Hemos venido por asuntos importantes... ¿Comprende?
Kojiro añadió enigmáticamente: - Asuntos que requieren tu total atención... Y quietud...
La mente de Poseidón empezó a divagar hacia su derrota pasada a manos de Kojiro, y el miedo se apoderó de él - ¿A...acaso vienen a vengarse de algo? No podrán contra mí... Exclamó, preparándose para la batalla.
Sin embargo, en lugar de desencadenar una confrontación, Susano'o y Kojiro, visiblemente exhaustos, simplemente se dejaron caer sobre Poseidón. Sorprendido, el dios del mar los miró con confusión mientras ellos descansaban sobre él.
- ¿Qué... qué están haciendo? - preguntó, ahora más desconcertado que nunca.
Susano'o, jadeando en su oreja, explicó: - Necesitamos recargar nuestras energías, y tu sillón extraño parecía un buen lugar para descansar~
Kojiro, entre risas, agregó: - El calor del dios del mar es rejuvenecedor, ¿verdad, Susano'o?
En ese momento, Poseidón, aliviado de que no venían a atacarlo, fruncio el seño lentamente: - Deberían haberlo dicho desde el principio en lugar de incomodarme. Aunque admito que pensé que venían a atacarme, especialmente tú, Kojiro.
- ¿Atacar? Nah, estamos más allá de eso, ¿verdad, Susano'o? Respondió Kojiro, burlonamente.
Los dos Japoneses terminaron compartiendo lugar mientras Poseidón, aunque inicialmente molesto, aceptó la situación y se unió a la siesta.
Incluso los dioses necesitaban un momento para descansar y recargar energías.
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