Busy Week | Chewis

3. WETDAY

Checo le había pedido a Carlos que les prestase su casa de playa por su reciente aniversario, y esa había sido la sorpresa que le había dado a su pareja. Lewis se había encontrado tan feliz por el fácil acceso que la casa tenía a la playa, que incluso se le había iluminado el rostro cuando llegaron por la noche y Checo tuvo que retener a su pareja antes de que se tirase directamente al mar.
Cuando se despertó a la mañana del día siguiente, Sergio había encontrado el lado derecho, donde usualmente dormía su pareja, totalmente vacío. Sin más remedio, el mexicano se levantó y se estiró levemente antes de lavarse el rostro y bajar para encontrarse con el desayuno ya hecho y una servilleta doblada.

"Me fui a surfear, regreso más tarde.
psdt: te dejé el desayuno preparado.
psdt2: perdón por no avisarte antes,
te veías muy lindo durmiendo.
Con cariño, el amor de tu vida."

Soltó una pequeña risa y negó levemente con la cabeza, antes de empezar a desayunar mientras veía su teléfono. Al terminar su desayuno, decidió que lo mejor sería disfrutar del viento fresco que había, aprovechando que todavía el sol no estaba fuerte. Se cambió a un par de shores de playa, tomó sus lentes, el bloqueador solar y con eso, se encaminó a la pileta que se encontraba llena. Cuando se acostó en la silleta, soltó un pequeño bostezo y decidió que no sería mala idea descansar los ojos un rato, terminando por dormirse bajo la sombrilla que cubría parte de su cuerpo.

Tras el pasar de algunas horas, la camiseta blanca que portada empezaba a mojarse por el sudor de su cuerpo, provocando que esta se le pegue a la piel. Soltó un pequeño bufido y se removió en la silleta, sintiendo el sudor escurrir por su piel y perderse por otros rumbos. Soltó un pequeño bostezo y se levantó, estirándose levemente y deshaciéndose de la sudada camiseta blanca. Se talló un poco el rostro para despejar el rastro de sueño que quedaba en su cuerpo y empezó a colocarse bloqueador por su cuerpo, decidiendo que lo mejor para despertarse, sería darse un buen chapuzón.

Por otro lado, cierto británico se encontraba recogiendo sus cosas para regresarse a la casa. Había pasado más de tres horas fuera de casa y empezó a preocuparse al no haber tenido ninguna respuesta cuando llamó al mexicano para saber si ya había almorzado. Para su suerte, la casa se encontraba a menos de cinco minutos de la playa, así que llegó con rapidez a ella, extrañándose al escuchar cómo alguna melodía se empezaba a hacer más y más fuerte mientras se acercaba. Cuando finalmente llegó, sus ojos se dirigieron directamente al hombre que se encontraba en la pileta, disfrutando del agua fresca mientras apoyaba los brazos sobre el borde de la piscina.

"Tardaste mucho..." La voz del mexicano no sonaba molesta, por lo tanto no se preocupó. "¿Desde qué hora te levantaste para ir a la playa?" Preguntó nuevamente, observando cómo el moreno dejaba sus pertenencias sobre el suelo y iba directamente a la regadera para enjuagarse y poder meterse a la piscina con su pareja.

"Lo siento, el tiempo se me pasó rápido." Mencionó el británico mientras se deshacía de su traje de surf y paseaba sus manos sobre su cuerpo desnudo, retirando la arena de sus extremidades. "A eso de las... Seis de la mañana." Finalizó de enjugarse y tomó un par de shorts negros para colocárselos y se dirigió a la piscina. "¿A qué hora te levantaste tú?" Fue su turno de cuestionar a su pareja, mientras se metía poco a poco y sentía el agua helada hacer contacto con su caliente piel, soltando un pequeño siseo.

"Ocho de la mañana..." Respondió el mexicano con simpleza, echando sus cabellos mojados hacia atrás, sin quitar la vista de su pareja antes de darle un trago al cóctel que tenía sobre el borde de la piscina. "¿Esperabas que te despierte con besitos?" Bromeó el británico mientras nadaba hacia su pareja y lo tomaba de la cintura al llegar enfrente suyo.

"Sí..." Susurró mientras dejaba el vaso y se acercaba un poco al rostro de su pareja. "Fue una decepción no verte al despertar." Susurró sobre los labios del moreno antes de besarlos con suavidad mientras acariciaba el esponjado cabello de su pareja. "Eso o te decepcionó no verme desnudo batallando para ponerme el neopreno." El mexicano soltó una pequeña risa mientras empujaba a su pareja. "¿Ves porqué no podemos tener momentos románticos? Siempre empiezas con tus cochinadas. Eres británico, se supone qué debes ser caballeroso y un romántico empedernido." Exclamó el mexicano haciendo un puchero con sus labios. El británico sólo rió mientras lo tomaba del mentón y acercaba su rostro.