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[...]  When you're looking at those strangers hope to God you see my face [...]

El día de la fiesta llegó rápidamente, Haechan prácticamente la había olvidado y estaba pasando el día en casa jugando lol sin siquiera darse un baño, increíblemente era ese tipo de chico detrás de la fachada de casanova que él mismo se había encargado de construir, hasta que su celular sonó, era un mensaje de Mark preguntando si ya iba en camino. Casi se fue hacía atrás con la silla en la que estaba sentado.

Batió su récord y quince minutos después ya estaba listo para salir, durante esos últimos días no había parado de pensar en Jaemin, había incluso creado escenarios en su cabeza dónde se acercaba a hablarle y en su fantasía Nana no se alejaba pero muy en su interior temía que de verdad no quisiera hablarle nunca más, sabía que él había sido quien puso la distancia inicial y luego cortó su relación pero Na había sido el valiente con la iniciativa para ponerse a sí mismo antes que a nada y dejaron de ser amigos.

Era su estilo llegar elegantemente tarde a todos lados para causar impresión pero ya hacían 4 horas que había empezado la fiesta y todes estaban completamente en su mundo como para notar la entrada del sol por la puerta, en las fiestas de Jeno había toda clase de personas, desde aquellas que iban por el mero placer de convivir hasta las que llegaban con el objetivo de al otro día no enterarse cómo habían llegado a casa, mientras esta vez Hyuck era del primer grupo, Jaemin tiraba más hacia el segundo y estaba en un sofá coqueteando con su ligue recurrente, que en ese punto de ebriedad lo devoraba con la mirada.

Donghyuck se encontró con sus amigos tan sólo para guardar las apariencias, pero con la mirada buscaba a Na por si existía la mera posibilidad de que como en un cliché chocaran de camino al baño o sirviendo algo de tomar. Renjun era el único aún lo suficientemente sobrio para notar lo ansioso que se encontraba el recién llegado pero no hizo otra cosa más que esperar con emoción cualquier cosa que pasara, resultara como resultara iba a ser como vivir un drama en vida propia.

–¿Buscas a alguien, Hyuckie~? – Jeno ebrio era una ternura, abrazó a Hyuck con el mero propósito de no caerse por perder el equilibrio y este dió un salto, fue repentino como últimamente Jeno interrumpía sus pensamientos.

–Puf... obviamente no, ¿por qué yo, Lee Donghyuck, buscaría a alguien?

Renjun no pudo evitar soltar una carcajada.

–Bueno, Hyuck, si tan desocupado, ¿por qué no me traes algo de beber? prestame a Jeno un segundo – Mencionó mientras envolvía la cintura de Jeno con sus brazos, estaba algo ebrio y tenía ganas de besar a alguien, pero no lo suficiente para darle toda su atención al pelinegro, esta vez sólo quería una excusa para hacer caminar a Hyuck por la casa.

Renjun sabía perfectamente que Jaemin estaba por algún rincón besando a Minho, ya se le había hecho costumbre, lo que no sabía es que apenas unos minutos antes, desde una esquina de la casa, Na alcanzó a ver Haechan saludando a su grupo de amigos y muy a pesar de estar toqueteandose con alguien soltó un grito que combinaba pánico y nervios, había sido suficientemente malo encontrarselo una vez, dos veces ya ameritaban que cometiera crímenes de odio en contra de sí mismo. No  era que realmente lo odiara, nunca podría odiar a alguien quería tanto, pero sí, se convenció de que entre menos lo viera sería mejor para él y su corazón.

Minho notó a Jaemin tenso y se separó de él para mirarlo.

–¿Pasa algo, Jaeminnie? – la distancia duró poco tiempo y luego de la pregunta los labios del mayor ya recorrian de nuevo el cuello de Na.

–N-no... yo sólo... ¡tengo que ir al baño! – ¡eso era! se lavaría la cara y regresaría fresco para seguir haciendo lo que fuera que hacía antes.

Se levantó para ir al baño no sin antes tomar una botella de la mesa que estaba enfrente de él y darle un largo trago, ni siquiera le importó el ardor en la garganta, así pensaría menos. Lee Know lo miró divertido y le tendió un vaso prácticamente lleno.

–¿Algo para el camino? – Nana aceptó el vaso y le guiño un ojo, le parecía tan lindo, saldría con él de no ser porque nunca para de hablar de Jisung, pensó mientras caminaba, intentando pasar desapercibido y no mirar a nadie por si acaso Haechan se apareciera de repente.

Pasó algunos minutos esperando fuera del baño porque había una fila larga, el tiempo lo mató bebiendo como si se tratara sólamente de agua, se acababa un vaso y luego alguién más le ofrecía otro, una vez dentro del baño tuvo que recargar las manos en el lavabo para intentar mirar su reflejo sin que este se viera distorsionado.

–Mierda...

How did we end up here? 【J.H. au】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora