(Ⅴ) Portal de recuerdos en la ciudad del tiempo

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Su camino se acortaba a medida que revivía recuerdos; el agua chapotea debajo de sus pies mientras avanza. Cada viejo graffiti en las paredes la guiaba hacia la casa donde había experimentado los latidos más intensos de la adolescencia; cada rincón del sendero estaba impregnado de nostalgia.

A media cuadra de su destino, mojó sus zapatillas en un charco que dejó el pequeño diluvio convertido en un torrencial con el paso del tiempo. Estaba bañada en lluvia. Quizás sería más cómodo tener esta conversación en un café, en una tarde de sol. Se pregunta qué pensará su rubio al verla en su portal, en estas condiciones, y a esta hora; quizás creería con preocupación que las horas de desvelo comenzaban a afectar su cerebro.

Con dudas y un poco de vergüenza, completó la cuadra; la fachada del apartamento recordaba los días de verano interminables y las noches de calor estrelladas compartidas en la terraza. El camino fue más que un simple trayecto de todos los días; fue un viaje a través del tiempo.

Apretó el pequeño timbre dorado que debajo marcaba 4 (b), tocó tres timbres largos, una especie de contraseña que habían acordado hace años, notificando su llegada. Unos segundos después él le permitió el acceso al edificio.

Reparó en que el sistema de su timbre es un modelo moderno, con cámara y micrófono. La madre de Nathaniel había elegido este piso para él. Ella se encargó del alquiler, las expensas y los víveres. Era un apartamento en el centro, algo lujoso y con las comodidades suficientes para ser habitado por las familias de clase media-alta de la ciudad.


Pintura: El Teatro del Comedie Francaise, Eduard Leon Cortez.

pared de cristal «nathaniel carello»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora