"Tiwnkmayonesa le ha dado like a tu historia"
"Hugooo le ha dado like a tu historia"
"Beatri_zz le ha dado like a tu historia"
"Kikiara le ha dado like a tu historia"
"MarietaUrrutia le ha dado like a tu historia"
Martin bufó dándole le vuelta a su móvil.
"Juanjo_bonaaa le ha dado like a tu historia"
—Joder— Cogió su móvil dispuesto a ponerlo en silencio, se paró a ver esa última notificación.
Juanjo no era su amigo ni mucho menos.
Era un chico que trabajaba en verano con Alex, su amigo. Martin suspiró sin pararse a pensar mucho en eso y puso su móvil en silencio.
Se tumbó en su colchón y durmió.
¿Tan tranquilo cómo siempre?
Si, tan tranquilo como siempre.
Al día siguiente se despertó vagamente, caminó arrastrando los pies por el pasillo hasta la cocina, se preparó un café.
Lo intentó mejor dicho.
La cafetera solo soltaba agua. Sacó la cápsula y la cambió.
Agua.
Bufa y opta mejor por bajar a la cafetería.
Las puertas del ascensor se abren dejándole salir, abre la puerta del patio y nota el viento chocar contra su piel. Suspiro y camina hacia el local.
Cuando entra es recibido por la mirada acogedora de su amiga.
—Hola Kiki ¿Tenéis mucho curro? Solo pido un café, mi cafetera se ha roto..—
Sonríe avergonzado.
—Claro Martin, ¿Con leche, descafeinado..?—
—Con leche porfa—
Sonríe sentándose en una mesa de la esquina del sitio.
Enciende su móvil y se encuentra de nuevo con esa notificación, desliza su dedo para quitar la tira de notificación, suspira y se pone a buscar ropa.
Iria de compras.
—Tu café con leche—
La voz de Chiara le sacó de sus pensamientos.
—Muchas gracias—
Abre el sobre de sacarina y echa el interior sobre el café revolviéndolo con la cuchara de plástico.
Frunció el ceño al sentir el frío de la calle cada vez que se abría la puerta de la cafetería cogió su móvil y se entretuvo mientras esperaba a que se fuera un poco del calor de su café.
Estaba leyendo twitter hasta que le llegó una notificación.
"Juanjo_bonaaa le ha dado like a tu historia"
Frunció el ceño
¿Le estaba stalkeando?
Deslizó el dedo volviendo a quitar la tira de su pantalla.
Se termina su café y se levanta despidiéndose con la mano de su amiga, camina hasta la parada de bus para llegar al bar donde trabajaba.
—Martin, menos mal. Pensaba que estaría solo todo el turno—
Hugo, era su compañero de trabajo.
—Tranquilo que aún no he encontrado algo mejor que vender copas a borrachos—
Hizo reir al otro y entró al armario que tenían para dejar su abrigo.
Estarían un rato parados, la gente iba por la noche.
Lo agradecían igualmente, les iban a pagar lo mismo.
—¿Qué tal? El último día te perdí de vista y ya no hemos vuelto a hablar—
Martin sonrió mientras limpiaba alguna copa, conoce a Hugo de mucho tiempo y sabe lo que estaba tratando de hacer.
—Bien—
Hugo asiente manteniendo la distancia imitando la acción de Martin.
—¿Mañana tienes algo que hacer?—
Martin mira a su amigo serio.
—Hugo ya hablamos de esto, no podemos volver a quedar solos.—
—¿Pero por qué?—
Hugo dejo la copa en la mesa mirando a los ojos del vasco.
—Porque no—
Frunce el ceño encendiendo su móvil, para el ahí se había terminado la conversación.
Para Hugo todavía no.
—¿Es por qué tienes novio?..—
Las segundas intenciones del chico no fueron algo que Martin no notará.
—No, es porque así lo decidimos ambos.—
Suspiró y se metió en su perfil de Instagram, buscó aquellas notificaciones inconscientemente.
Al verlas hizo click en ellas, sonríe de lado al ver que eran de sus historias destacadas.
Le había stalkeado .
Mientras pasaban las horas más gente iba llegando al local. Hugo y el se pusieron a trabajar enseguida.
—¿Me puedes dar un chupito de melón?—
El vasco se dio la vuelta con la botella y el vaso en la mano.
Levanta la vista para darle la bebida y sus ojos se hunden en los de él.
—Aquí tienes—
—Gracias..—
Juanjo no era alguien con quien tenía una relación amistosa, pero nunca le había visto ir a este bar.
Después de Juanjo una chica pelirroja con el pinta labios oscuro y las uñas pintadas de morado llegó a la barra, agarrando al chico del brazo.
Estaba nervioso.
—¿Qué te pongo?—
—Un ron cola porfavor—
Martin asintió empezando a servirlo.
—Y dos chupitos de tequila, porfavor—
Martin levantó la vista dejando el vaso de ron cola.
La chica cogió a Juanjo del brazo poniéndole a su lado.
—No, Ruslana no me apetece en serio..—
—Que si Juanjo, hemos venido a divertirnos—
Martin se sentía un intruso.
—Entonces..¿Un chupito de tequila o dos?—
—Uno—
—Dos—
Martin sonríe, por debajo de la barra habia una mesa donde preparaban las bebidas que no se veía, cogió una botella de tequila y puso solo en un vaso, en el otro puso agua a la misma vez.
Puso los vasos en la mesa.
Ruslana le sonrió y Juanjo solo miraba los vasos.
—Bebe tonto—
La chica le tendió el vaso a su amigo.
Bebieron a la vez.
Juanjo frunció el ceño sorprendido y mientras su amiga parecía buscar algo en su bolso el aprovecho para mirar al vasco, sin emitir sonido movió sus labios.
—¿Agua?—
Martin sintió sonriendo de lado.
Ruslana levantó la vista dejando un billete de cinco euros sobre la barra.
—¿Qué haces?—
Juanjo miró a su amiga asombrado.
—Me ha caído bien este chico, no tengo papel así que...Aquí están nuestros números—
Martin sonrió alzando las cejas.
—Espera, espera—
—¿Ruslana qué haces? Este chico tiene que trabajar..—Mató a su amiga con su mirada.
Martin saca una libreta pequeña con un boli.
—Toma, guárdate el billete mujer—
—Ay que lindo eres—
Juanjo no sabia donde meterse en ese momento.
—Aquí tienes—
Martin guardo el papel en su bolsillo despidiéndose de la pareja con una sonrisa.
Al llegar a casa estaba más cansado que de normal, hoy había ido más gente.
Suspiró y buscó sus llaves en el bolsillo de su pantalón, al sacarlas nota que se cae el papel. Se agacha y mientras giraba las llaves lo mira.
Frunce el ceño cerrando la puerta detrás de el.
No estaban los nombres.
No sabia de quien era cada número.
—¿Y ahora que hago?—
Dejó el papel en la mesa de cristal de su salón y entró en su cuarto.
Se dejo caer en la cama y en cuestión de segundos se durmió.
