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Rubio - JinLia

<<Shin Ryujin + Choi Jisu (Lia)>>

¿Lo hiciste a propósito, verdad?

¿Sabes qué me gusta ese color, verdad?

¿Sabes qué me gustas tú, verdad?

¿Sabes qué ahora me gusta más el rubio y tú?

Tú mejor que nadie sabe lo que el rubio significa en mi vida y ahora lo llevas puesto en la cabeza.

¿Es otra de tus adorables indirectas?

¿Me estás diciendo que quieres ser parte de mi vida?

Llevamos once malditos meses tirando indirectas, algo directas, a la otra y jugando un juego para ver quién cae primero ante los encantos de la otra.

Probando quién de las dos será la que diga esas palabras mágicas que cambiará drásticamente nuestra vida... A una mejor.

En nuestro último encuentro donde habíamos abierto nuestro corazón a la otra pero sin confesar los sentimientos. Recuerdo que me dijiste que tenías miedo.

¿De qué?

¿De qué a Yeji no le agrade qué estemos juntas?

Qué se pudra, dice ser heterosexual pero le encanta comer los labios de Chaeryeong.

¿De romper el corazón de Yuna por qué crees que yo le gusto?

Yo no le gusto, dijo eso para librarse de su exnovio.

¿Tienes miedo a no ser lo suficiente para mi?

Cariño no te preocupes, tú eres mucho más de lo que merezco. Pero si tu miedo es de que lo nuestro no funcione, te aseguro Choi Jisu que eso nunca pasará.

Tendremos peleas, desacuerdos y muchos alti-bajos pero mi amor por ti seguirá hasta el infinito, así como sé que el tuyo por mi igual.

Hazme el gran honor de ser mi novia. 

Sólo llámame y tiñe mi vida de ese hermoso color rubio que tan perfecto te queda.

Att; Shin Ryujin♡.

Eran las seis de la tarde cuando Jisu terminó de leer la pequeña pero dulce carta que Ryujin le había entregado durante la salida de clases.

Unas pequeñas lágrimas de felicidad cayeron por sus mejillas al notar que su mayor sí había notado su cambio, a pesar de que ese día había llevado un gorro.

"Ella igual lo notó", pensó.

Sin esperar otro segundo más, agarró su celular para marcar el número de la chica de sus sueños.

Primer pitido.

Segundo pitido.

Tercer pitido.

Cuarto pitido.

-¿Diga?- La voz femenina al otro lado de la línea la hizo reaccionar y darse cuenta que no se había fijado de quién es la llamada.

-Sí, mil veces sí.