El primer Caído

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        El cielo completo de todo el planeta se oscurece de una manera inusual, por lo menos desde que los suelos se enfriaron y las aguas llegaron a las costas. Un profundo negro, más oscuro que la noche se apoderó de la Tierra entera. Pequeños terremotos, algunos maremotos y rayos incandescentes tronaron intempestivamente. Los animales todos buscaron refugio donde la tierra lo permitía, unos en cuevas, otros detrás de árboles y arbustos y otros debajo de la tierra. La tierra entera pareció una pesadilla por breves minutos. El palacio que Lucifer construyó para sí mismo como regidor temporal del planeta crujía de maneras indescriptibles. Las nubes que rodeaban todo el Edén eran entre negras y rojas, las aguas cristalinas se tornaron grises e inertes. Todo el paraíso y la tierra se estremecía antes algo que este mundo jamás había visto: La furia de un vigilante.

-Lucifer! Me has traicionado!

-Padre, yo nunca te traicionaría. Yo soy el más perfecto de tus hijos, soy el dador de Luz, soy tu heredero de la Tierra.

-Por eso me has traicionado, tu orgullo me ha traicionado. Nadie es dueño de este, ni de ningún otro planeta. Te enseñé de la guerra para que la evitaras a toda costa, te dejé a cargo de un mundo donde todos tus hermanos y tú fueran iguales y recíprocos con todos. No para que organizaras una jerarquía. Todo lo que te conté durante tanto tiempo solos era para enseñarte que no hay una escala, que todos nos encontramos en el mismo universo, todos somos parte de la Tierra, incluso yo he dejado una parte de mi aquí en la Tierra. Mi legado para la Tierra eras tu!

-Yahvé, padre, tu me dijiste que tu amor por mi era el más grande. Y aún así te rehusas a darme este planeta como herencia? Organicé a los ángeles para que todos tuvieran un propósito y nosotros dos reinaremos en este planeta. Soy mas fuerte que ellos, mas inteligente, mas poderoso y tu influencia me hará eventualmente ser más fuerte que tú y al irte este planeta será mío para darles a los que se lo merecen el poder sobre todo lo que hay. Mira a tu ejército!

Míralo! -Yahvé tornó su cuerpo semi tangible hacia legiones de ángeles comandadas por arcángeles formadas a lo lejos con el cielo oscuro. No hacía muchos eones, Yahvé, el Vigilante Orgulloso, había visto a una galaxia entera ser aniquilada por un ejército no mucho mayor que el que hoy estaba postrado ante sus pies. Yahvé había visto mucha muerte durante su vida, tanta que incluso había dejado de afectarle que todo planeta que vigilaría eventualmente perecería, pero no quería ser parte de esa extinción. La vista de ese ejército era todo lo que Yahvé había odiado y huido de.- Es un ejército perfecto. Cualquiera de ellos podría ser rival de cualquier dios. Y los Arcángeles, padre, los arcángeles serían un reto hasta para mi. Yo mismo los entrené, yo mismo los modifiqué y les enseñé a alcanzar su potencial. Nadie en el universo se atrevería a tocar la Tierra con este magnifico ejercito.

 -Es por eso que tengo que destruirlo...

      Yahvé, aún con lágrimas en sus ojos, volvió a su forma etérea gigante y se dispuso a destruir todo el paraíso, reino de los ángeles y los querubines. Una luz enceguecedora comenzó a brillar alrededor de la informe masa que era Yahvé y se concentró de pronto en una bola incandescente de luz y llamas azules de fuego del tamaño de un edificio de 10 pisos y tan ancha como tres autobuses estacionados uno detrás del otro. Yahvé se disponía a deshacerse de todos los hermanos de lucifer para comenzar todo de nuevo. Cuando estaba a punto de arrojar dicha masa de energía para borrar a los ángeles de la existencia, Yahvé comenzó a cambiar. La bola concentrada de energía cambió de color y se volvió negra, gris y roja y pareció explotarle en las manos a Yahvé. La explosión disipó por unos minutos la energía visible de Yahvé. Cuando se condensó Yahvé estaba furioso y buscó a Lucifer, pues esa energía era única de su hijo pródigo. Lucifer había atacado a su padre y aún más significativo, Lucifer atacó a un Vigilante, virtualmente al dios de ese planeta. No hay crimen más severo en el universo que la rebelión ante el padre, pero aún más pecaminoso resulta atacar al propio 'dios de un planeta, ambas afrentas unidas hacen el peor de todos los pecados.

 -No permitiré, Yahvé, que destruyas todo lo que he construido. Mi sociedad funciona, mi paraiso funciona, MI planeta funciona.

-Nada de esto es tuyo Lucifer, todo esto es parte de la Tierra y estas cometiendo un verdadero pecado al rebelarte contra mí.

-Yo no me estoy rebelando, simplemente no permitiré que destruyas a mis hermanos, ni mi paraiso, mi mundo es perfecto, es mucho mejor de lo que tu construiste, es mio.

-Este no eres tú Lucifer, yo no te creé para que el orgullo te dominara, yo te hice perfecto.

 -Y por que soy perfecto, yo se como mandar a este mundo. Yo puedo convertir a este planeta en un edén eterno. Yo puedo hacerlo mejor que tú.


   Yahvé estaba enfurecido por primera vez en eones. Pero no estaba enojado con Lucifer, estaba molesto con él mismo. No se dio cuenta que el orgullo de crear al ser perfecto, su creación más pura, provocó que el espíritu de este ser tan amado por él, se bañara en ese orgullo. Todo el sentimiento de Yahvé se transfiere a sus creaciones y, siendo tan sobrio como siempre fue, no pensó que su creación última se infectara del sentimiento que le inundaba al hacerlo. Lucifer estaba lleno de orgullo. Yahvé, ligeramente herido en cuerpo y corazón por el ataque de Lucifer reunió todas sus fuerzas y tomó a Lucifer en sus manos etéreas.

    Lo miró por algunos segundos con una mirada compasiva, perdonadora, llena de paz. Es muy difícil eliminar algo que has querido tanto, que tiene todo tu corazón, que es todo el trabajo del que puedes estar orgulloso.Aún gritando y pataleando yahvé arrojó a Lucifer a la Tierra donde provocó un agujero bastante profundo y puso una barrera de energía a donde cayó para contener su forma intangible dentro de ese lugar para que no pudiera salir, aunque Yahvé deliberadamente no hizo esa prisión con todas sus fuerzas porque tenía la esperanza que Lucifer aprendería la lección y podría liberarse a sí mismo para regresar a la derecha del Padre. Esto jamás sucedió...Eventualmente un Angel mas tomó el lugar de Lucifer a la derecha del Padre. En la Tierra fue conocido como Jesus de Nazareth pero su nombre Angelical era Elohim....

La nueva apariciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora