Capítulo Cinco

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¿Que haría o daría por el Hada?

JongIn encontró respuesta a esa pregunta cuando llegó al pequeño lago que solo era de ellos dos.

El Hada estaba bailando una danza lenta a la orilla de el lago, mientras cantaba una canción.

El Mago descubrió que haría todo por ese Hada.

¿Oro? Se lo daría.

¿Poder? Se lo daría.

¿Su alma? Se la daría.

¿Su propia cabeza? Se la daría.

Y ¿si el hada le pedía su preciado bosque?

También se lo daría.

¿Su corazón? Ya lo tenía, su corazón fue del Hada desde la primera mirada.

También entendió un poco sobre el amor.

En tendió que "El sol amaba tanto a la luna que moría ir las noches para verla brillar".

Justamente sentía un sentimiento, y deseo de querer cuidar a KyungSoo de todo lo malo que pudiera existir.

Caminó nervioso aún viendo al Hada mover su cuerpo...

JongIn ese día confesó su amor por el Hada. Este lo aceptó y sacó también sus sentimientos por el rey del bosque encantado, el Mago Kim JongIn.

Sellaron su amor con un beso. Sumamente especial para ambos.

Después de varias horas de sonrisas y pequeños besos, abrazos, más confecciones y apapachos. El Hada se hallaba sentado a horcajadas sobre las piernas de el Mago, más bien sobre su hombría que inocentemente el Hada había logrado despertar.

—No te muevas JongIn. — Pidió el Mago, preocupado de que el Hada sintiera su "dureza" por encima de las ropas.

El Hada besó los labios del Mago, luego bajó a su mandíbula y cuello dejando rastros de saliva ahí, olía el cuello de JongIn.

— Siempre delicioso aroma a naturaleza— Susurró el Hada antes de morder suavemente el cuello del Mago.

El Hada siguió sus osados movimientos poco a poco metió sus manos en el ropaje negro de JongIn, acariciando su pecho. Y siguió moviendo sus caderas sobre el Mago.

— Mago, tocame. — KyungSoo tomó una de las manos de JongIn y la colocó en su cintura. El Mago besó de nuevo aquellos hermosos labios y acarició el cuerpo del Hada.

— KyungSoo, se mío. 

—Hazme tuyo.

JongIn pensó un poco. Al final acostó al Hada en el verde pastó y se posó arriba de él.

Ese mismo día el Mago entregó su cuerpo al Hada. El Mago también tomó el cuerpo del Hada.

Ambos se entregaron a voluntad, porque se amaban.

Solo la luna y pocos seres de aquel bosque fueron testigos de la noche en que el Mago y el Hada se amaron.

"Desde ese mismo momento el Hada y el Mago quisieron estar, solos los dos en el bosque amándose siempre y en todo lugar".

El Mago fue el primero en despertar, sonrió al ver el cuerpo de su Hada sobre su pecho totalmente desnudo. Besó su cabello y respiró su dulce aroma.

—Te amo.

Las palabras salieron por si solas. Desde el corazón del Mago.

JongIn se sentía seguro cuando estaba con el Hada, se sentía querido, se sentía feliz.

Pasó gran parte de la mañana apreciando a SU Hada dormir.

Llegó una vez más la noche, el Mago llevó al Hada su castillo y delante de todos los seres a excepcion de el sol.

Nombró a el Hada su rey.

Su pareja.

Todos lo que en el bosque habitaba celebró pues desde que el Hada apareció su Mago era más feliz y el bosque se sentía vivo.

Pero como existe el bien también existe el mal.

No todos los cuentos tienen finales felices.

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