ᴀ ᴘᴀʀᴛɴᴇʀ ꜰᴏʀ ꜰᴇʟɪx [ᴡɪɴʟɪx]

01

Felix no podía pensarlo mucho, el tiempo corría rápidamente ya que, quedaba menos de una hora para finalizar las inscripciones del concurso de baile. Sus amigos ya habían escogido a sus respectivas parejas, y él, nadaba en un limbo porque ni siquiera sabía dónde conseguir una que supiera bailar bien sin caerse a la primera. Candidatas le sobraban pero ninguna era buena en dicha categoría.

La ansiedad agobió en él, decidió levantarse del asiento y recorrer el establecimiento entero. Si bien, tanto HyunJin como Chan le recomendaron a una en especifico, sin embargo, al australiano no parecía convencerle del todo. Y más si ha sido una escoria con ella. Aunque quizo dejarla de última opción, no pudo. Es por eso que, ahora se encontraba atravesando las grandes puertas de la biblioteca. Halló a esa persona que, posiblemente sería su salvación o su perdición. Felix entró, caminó hasta ella y se paró frente suyo, cerrando el libro que MinJeong leía.

Los ojitos de Kim parpadearon seguido, confusa de ver al mismísimo Lee Felix delante de sus narices. Iba a preguntar qué ocurría pero el rubio fue más veloz en tomar la palabra.

—No estoy aquí por gusto propio sino porque me sirves para hacerme un favor.

MinJeong quedó boquiabierta, ese comentario sonó de todo menos dulce y amable.

—¿Un favor? ¿Qué clase de favor?.—pregunta apenas audible.

—Mira, no sé si estás al tanto de lo que pasa en el instituto ya que te pasas día y noche en esta ratonera de nerds—expresa apoyando sus manos sobre la madera de aquella mesa—. A lo que voy, hay inscripciones para una competencia de baile. Quiero entrar pero es obligatorio tener pareja, asi que, tú serás mi compañera. No existe otra, por ende, felicidades a tí, tendrás el honor de bailar al lado del mismo Lee Felix.—sonríe arrogante, como si MinJeong no tuviera voz ni chance de negarse.

Kim mordió su labio indecisa, si su crush que a pesar de tratarla como basura, la escogió entre miles de chicas, era algo... ¿Positivo?...

Ni bien quería decirle no pero quizá, no existiría otra oportunidad de pasar tiempo a su lado. Felix veía impaciente a la pelirroja, no había respondido nada. Temía internamente que fuera rechazado, y de ser así, quedaría como el hazme reír si se enteraban. O bien podía fingir desinterés y decir que eso era una pérdida de tiempo cuando en realidad no.

—Está bien, si eso sirve para ayudarte... Entonces acepto.

El alma del australiano regresó a su cuerpo. Relajado de saber que contaba con la rata de biblioteca para su propio beneficio.

—Vamos, no queda tiempo. Las inscripciones cierran pronto, debemos anotarnos.—Felix jaló la mano de MinJeong, llevándola casi a las rastras hasta secretaría.

Kim ignoró miradas y comentarios que sólo implicaban odio, celos y envidia. Lee tocó dos veces antes de pasar, allí saludó a los mayores presentes e informó sobre su participación en dicho evento. Dejó a MinJeong escribir su nombre y luego lo hizo él.