ᴀ ᴘᴀʀᴛɴᴇʀ ꜰᴏʀ ꜰᴇʟɪx [ᴡɪɴʟɪx]

21

MinJeong despertó completamente adolorida, pues, recordar la razón de ello, le causaba un sonrojo terrible.

A veces detestaba su lado desconocido, ese que la incitaba a pecar de mil formas.

Felix por su parte, se encontraba preparando un rico desayuno mientras cantaba alguna canción de twice, era fanático absoluto de dicho grupo femenino.

Con sus pocas fuerzas, MinJeong se levantó apenas oyó a su rubio tararear, para ser honesta, no lo hacía mal. Poniéndose la camisa de Felix, caminó hasta la cocina y recargando su cuerpo sobre el marco de la puerta, observó silenciosamente a Lee. Inevitablemente sonrió con ternura, verlo cantar y bailar era una de sus cosas favoritas. Se preguntaba si a futuro, seguirían con dicha rutina, añadiendo el estar casados y con muchos niños a su alrededor.

—Te despertaste hermosa, buen día.—saluda acercándose a su pelirroja, quién, extendió sus bracitos con el fin de recibir un abrazo.

Felix ni dudó en ello, es más, al abrazarla de la cintura, elevó su cuerpo y giró en el lugar. MinJeong reía a medida que daban vueltas.

—Quiero mi beso mañanero.—solicitó Lee.

—Espérame un momento.

Como pudo, corrió hacía el baño. Tomó el enjuague bucal y no tardó en lavar su boca. Si algo que no le gustaba era el mal aliento después de despertar.

Felix apareció por detrás, rodeando sus caderas, dejó un par de besos por el cuello de su chica. MinJeong inevitablemente suspiró y mordió su labio inferior. Podía sentir el duro miembro del rubio en su trasero.

—Ya sé a qué quisiste referirte con beso mañanero.—jadeó Kim apenas recibió una embestida por encima de su ropa interior.

—Follemos preciosa, te ves increíblemente sexy con mi camisa puesta.—susurró al restregarse contra ella.

MinJeong no se hizo de rogar, dejó que Felix le bajara su braga e ingresara de una sola estocada. Estaba lo suficientemente húmeda, no habiendo necesidad de prepararla, procedió a follarla ahí mismo. Entraba y salía de su pelirroja, sosteniendo sus caderas, movía con fuerza su pene dentro, asegurándose de llegar hasta el punto dulce de la menor, el cual, encontró luego de unas cuantas penetraciones.

Los gemidos en aquel, se hacían cada vez más sonoros, el choque de pieles no se quedaba atrás en aquel acto sexual. Felix con un poco de fuerza, tomó el cuello de MinJeong, apretandolo apenas, buscó los labios de la menor y no tardó en besarla con locura.

El ritmo de las embestidas aumentó al igual que el calor en sus cuerpos, a MinJeong le temblaban las piernas, Felix dándose cuenta de esto, volteó el cuerpo de su pelirroja y la sentó sobre el lavamanos para mejor comodidad, sin perder tiempo, ingresó de nuevo y continuó follandola como un desquiciado.

—M-más Lix-oppa...

Decir que eso no lo calentó, sería una cruel y maldita mentira, incrementó sus movimientos tal como MinJeong ordenó.