ᴀ ᴘᴀʀᴛɴᴇʀ ꜰᴏʀ ꜰᴇʟɪx [ᴡɪɴʟɪx]

08

En el transcurso de las semanas, MinJeong y Felix habían retomado los ensayos. De vez en cuando, tenían sus pequeñas discusiones sobre algunos pasos pero terminaban concordando con uno completamente diferente. Faltaba menos de una semana para iniciar la competencia de baile, Roseanne a veces era quién los ayudaba a sincronizar y en otras ocasiones era Lisa, mejor amiga de Park y profesora de MinJeong.

Ya les habían informado sobre quiénes serían los jueces. Por ello, debían dar lo mejor de sí para superar sus propias expectativas.

La madre de la pelirroja estaba mucho mejor de salud, ambas por decisión de la familia Park se habían mudado temporalmente.

—Acaban de llegar sus atuendos para su presentación.—Roseanne en dos fundas negras de traje, llegó hasta el salón con una sonrisa entusiasmada.

MinJeong y Felix aprovecharon dicha interrupción para descansar y apreciar los conjuntos que la rubia mayor se encargó de confeccionar.

—Madre, ¿no crees que es medio exagerado?.—mencionó Lee.

—¿Bromeas hijo?—expresa Roseanne a punto de darle un manotazo en la cabeza—. Lo importante de una presentación no sólo es el baile sino también la estética y el visual. Con estos trajes quedarán boquiabiertos y más si son de mi propio diseño.

MinJeong observaba el suyo, era bonito. Un top blanco que llevaba consigo un bordado de letras negras brillantes y pantalones holgados bordados con estrellas doradas en algunos sectores de éste.

—Pienso que está cool.—opinó Kim acaparando la atención de madre e hijo.

Roseanne sonrió dándole la razón mientras Felix veía nuevamente el suyo.

—Mirándolo mejor, si está bueno.

Park alza una ceja, claro, después de que MinJeong opinó, cambió totalmente de perspectiva. No diría nada, se guardaría ese chisme para contárselo a RyuJin.

—Genial, en la tarde les mostraré el calzado que se pondrán.

Los menores asintieron, después de todo, suponían que si pasaban de ronda, Roseanne seguiría confeccionando atuendos para ellos.

.
.
.

—Con suerte mañana es el último día de castigo.—vocifera MinJeong arrastrando los pies por los pasillos del instituto.

Desde el día que Felix llegó acompañado de MinJeong, las miradas de todo el alumnado se posaron sobre ellos con mucho asombro. Lee en ningún momento se apartó de su compañera, cuidaba de ella y hasta la incluyó en su pequeño grupo de amigos. Desde entonces, la pelirroja se ganó una gran cantidad de odio, celos y envidia por parte de las chicas, entre éstas, Oh Hana.

Tampoco pasó por alto el hecho de que, Felix siempre que podía le regalaba dulces u osos de peluche pequeños con un mensaje bonito. Y de acorde a ello, su corazoncito sentía esa calidez de ser tomada en cuenta por su crush.